El Teatro Central recibe la visión contemporánea de la guerra civil del creador Celso Giménez

En la sala B, Baldo Ruiz y Paloma Calderón presentan ‘Visillo’, danza contemporánea con el placer de la mujer como tema principal
Andalucía, 16/01/2024
Representación de la obra ‘Las niñas zombi’, de Celso Giménez

Representación de la obra ‘Las niñas zombi’, de Celso Giménez

La primera pieza de Celso Giménez como creador escénico en solitario, ‘Las niñas zombi’, recalará el próximo fin de semana en el Teatro Central, espacio escénico de la Consejería de Turismo, Cultura y Deporte, gestionado por la Agencia Andaluza de Instituciones Culturales. Mientras que en la sala B, la Cía. Baldo Ruiz & Paloma Calderón / GNP Producciones presenta su última propuesta, ‘Visillo’, tras su estreno en Teatros del Canal en el pasado mes de octubre, con las entradas para ambas funciones agotadas.

‘Las niñas zombi’ es una obra que propone una profunda investigación del lenguaje escénico, en busca de los puntos que conectan íntimamente el pasado y el presente, pero alejándose de las estéticas tradicionalmente asociadas a estas cuestiones. Se trata de la primera pieza en solitario del creador escénico Celso Giménez, al margen de su trabajo como miembro de La Tristura y de otras colaboraciones como las que ha realizado con El conde de Torrefiel o Mucha Muchacha. La obra, que se representará en la sala Chácena del Central, cuenta con el diseño de espacio escénico de Marcos Moraul, director de La Veronal.

Esta pieza se acerca a los presupuestos temáticos y formales de obras como ‘Renacimiento’ o ‘CINE’, de La Tristura, pues, como en ellas, se pretende abordar episodios de la historia política reciente proponiendo una profunda investigación del lenguaje escénico. “En escena vamos a ver a tres chicas contando una historia fantástica que, a ratos, parece real, ríen y bailan”, subraya Celso Giménez, quien añade: “Me lleva a construir esta pieza tratando de imaginar cómo somos las nietas, las niñas zombi que no llegamos siquiera a saber bien qué sucedió y, sin embargo, estamos transformadas a nivel educacional, cultural y sentimental, por estas historias que, al mismo tiempo, parecen películas lejanas de zombis y vampiros”.

Celso Giménez dirige la compañía residente en Condeduque, La tristura, que lleva desde 2005 trabajando alrededor de las artes escénicas e intentando generar “situaciones humanas” dentro y fuera del escenario. Con sus últimos trabajos, ‘Renacimiento’, ‘CINE’ o ‘Future Lovers Unplugged’ investigan los límites entre el documental y la ficción, entre la presentación y la representación, con la intuición de que la intimidad y la poesía son, esencialmente, conceptos políticos. Durante este tiempo La tristura colabora con espacios como el Festival de Otoño de Madrid, Cena Contemporânea de Brasilia, el Théâtre de la Ville de París, el Festival Grec de Barcelona, Kampnagel en Hamburgo, Auawirleben en Berna, o el Noorderzon Festival en Groningen, entre otros.

En estos años generan también contextos como el Festival Salvaje, una fiesta salvaje en Matadero; o la reciente Escuela de Invierno en Condeduque. Iniciativas que surgen con el deseo de seguir conectando diferentes agentes y artistas, confiando en que de esos enlaces emergerán movimientos inspiradores e inesperados.

La danza contemporánea de Baldo Ruiz y Paloma Calderón en la sala B

Como señala la propia compañía, ‘Visillo’ es una “oda al recóndito placer de la mujer. Una creación de danza-teatro en la que tres mujeres se desnudan interiormente ante aquellos que las miran. Intuyendo que lo que esperan en sus vidas no acontece, sintiéndose inesperadas y a la vez sucediendo. Vivas se abrazan y gritan dentro de la muerte momentánea del placer, sin sentirse extrañas ni juzgadas. Invocándose a ellas mismas en un conjuro en el que escupen la soledad y la culpa. Viviendo y deseando días de terrorífica belleza, habitando sus cuerpos como brujas que invocan una libertad salvaje”.

Esta pieza es un paso más en la consolidación de la compañía que conformaron el actor, director, bailarín y coreógrafo sevillano Baldo Ruiz y la bailarina, creadora y pedagoga Paloma Calderón tras confluir en el premiado espectáculo ‘Cortejo’ (Premio Lorca 2019 a Mejor Espectáculo de Danza y a Intérprete Masculino de Danza Contemporánea, entre otros).

La danza contemporánea más física, la interpretación textual y la performance conviven con naturalidad en este espectáculo multidisciplinar que conjuga carácter testimonial con un lenguaje que discurre entre lo poético y lo natural. El resultado es una propuesta que se enmarca en las nuevas dramaturgias contemporáneas y se divide en un prólogo, cuatro capítulos (la culpa, la soledad, la hermandad y el placer) y un epílogo.

En esta ocasión, se suman al equipo artístico dos intérpretes: Sara Canet y Cristina Maestre. Junto con Paloma Calderón, ponen sobre el escenario esta pieza creada por Baldo Ruiz a partir de un documentado trabajo que se sirve de las disciplinas escénicas para reflexionar sobre una temática tabú en la sociedad actual: el placer íntimo de la mujer.

 

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