PICUDO ROJO: síntomas y daños

Dadas las características tan especiales de este curculiónido (desarrolla el ciclo en el interior de la palmera), unidas a las propias del huésped (palmeras de cierto tamaño, mal podadas, etc...), en una fase temprana del ataque, no es fácil detectar los síntomas. Detectar su presencia con mayor o menor prontitud, depende de factores tan variables como, el lugar por el que se haya iniciado la infestación (corona o diferentes partes del tronco), grado de ataque, porte del ejemplar, etc.

Si la entrada es por la corona, cercana al punto vegetativo, al tratarse de vegetales que no ramifican, las palmas son más vulnerables, los síntomas se manifiestan antes y presentan un daño considerable y no recuperable. Se podrán observar las hojas jóvenes, centrales que aún no están totalmente desarrolladas, con algunos trozos de pinnas o folíolos comidos, inclinadas o con un aspecto decaído. Al tirar se desprenden con facilidad. En un estado más avanzado el penacho se rompe y cae por el viento.

Si la penetración se produce a través de las heridas (podas o deshijado) en diferentes zonas del fuste, estípite o tronco, el daño es menos grave, si se detecta a tiempo podría controlarse al principio del ataque. Cuando la vaina o base de las hojas ha sido afectada por la plaga, su aspecto general cambia pues se observa como si las palmas no tuvieran una posición normal y estuvieran “desordenadas”, quizás debido al retorcimiento del raquis en las hojas más externas. Estas se desprenden fácilmente y se aprecian las galerías, pudiéndose ver individuos y restos de fibra.

Otros síntomas asociados que pueden ayudar a detectar su presencia en el interior de la palmera son:

  • El ruido producido por las larvas al morder o devorar mientras se alimentan y que es fácilmente audible cuando la palmera está muy afectada.
  • El olor tan característico que se desprende como consecuencia de la pudrición de los tejidos internos, en el caso de que exista un ataque importante.
  • Los orificios de salida, exudación viscosa de color rojizo y restos de fibra que pueden aparecer, en casos extremos, en el fuste de algunos ejemplares afectados.

El mayor daño que puede ocasionar esta plaga a las palmeras de nuestra zona, es la destrucción y muerte de las mismas, aunque dado su carácter ornamental tampoco es despreciable el daño “estético” que produce en aquellos ejemplares a los que se le ha detectado la plaga a tiempo de ser controlada con los diversos tratamientos. Esto es posible siempre y cuando el palmito (meristemo apical o ápice de crecimiento) no haya sido afectado.

Síntomas de las palmeras:
( Pulse sobre la imagen para ver ampliado el detalle )
Teléfono
955032000
Buzón de consultas
Índice