Bajo el objetivo principal del proyecto de generación de un modelo de gestión sostenible a fin de minimizar el riesgo de incendios y garantizar la preservación de los servicios ecosistémicos y la calidad ecológica de espacios abiertos de alto valor ambiental y con elevado riesgo de desaparición por abandono de usos tradicionales, el proyecto ha puesto en funcionamiento prácticas de gestión sostenible y se han evaluado soluciones innovadoras que aseguren la sostenibilidad económica de las prácticas implementadas y su viabilidad a largo plazo. Para ello se estableció una red de Experiencias Piloto (EP) en áreas abandonadas y amenazadas, de alto valor natural (Lugares de Interés Comunitario y Parques Naturales), habiéndose llevado a cabo estas experiencias en la Sierra de los Filabres (Almería).
En la actualidad, existe un consenso general entre los responsables ambientales europeos sobre la necesidad de gestionar para preservar. Los paisajes de montaña europeos evolucionaron bajo un régimen natural de incendios y de herbivorismo, que originaron su riqueza y su diversidad y que hoy día pueden ser reintroducidos con prácticas de manejo sostenibles.
Bajo esta premisa y con la finalidad de reducir y controlar la acumulación de biomasa combustible, el proyecto ha aplicado técnicas de biodesbroce dirigido (herbivorismo guiado) y quemas controladas (fuego técnico) aprovechando las sinergias derivadas de su combinación (herbivorismo pírico). Estas técnicas se han aplicado en una red de experiencias piloto que han sido implementadas en áreas abandonadas y amenazadas, de alto valor natural (Lugares de Interés Comunitario y Parques Naturales).
El trabajo en común en torno a un mismo objetivo y la complementación entre el conocimiento científico-técnico y el funcionamiento práctico ha sido clave para llevar a cabo estas prácticas de acuerdo con las características particulares de las regiones del sur de Europa.
En este sentido la experiencia de Andalucía ha contado con el trabajo desarrollado por la antigua Consejería de Medio Ambiente desde 2005 a través de la Red de Áreas Pasto – Cortafuegos de Andalucía (RAPCA) y la experiencia del Equipo Regional de Quemas Prescritas de Andalucía (ERQUA) junto con la colaboración y el asesoramiento científico del Grupo de Pastos y Sistemas Silvopastorales Mediterráneos del Consejo Superior de Investigaciones Científicas (CSIC), socio del proyecto.
En el caso de Andalucía la experiencia piloto se ha desarrollado en la Sierra de los Filabres, en Almería, zona de influencia de dos enclaves declarados como Zonas de Especial Conservación (ZEC), incluidos en la lista de espacios protegidos de la Red Ecológica Europea Natura 2000: Calares de Sierra de los Filabres y Sierra de Baza.
La experiencia piloto se ha desarrollado a lo largo de tres años, con una quema de otoño, otra quema de primavera y un seguimiento de la vegetación en parcelas con y sin pastoreo, con una comparativa de resultados.
Se han evaluado además diversas soluciones innovadoras que aseguren la sostenibilidad económica de las prácticas implementadas y su viabilidad a largo plazo, como pueden ser la identificación de estrategias de producción de productos cárnicos o derivados de alta calidad o la generación de empresas de servicio de pastoreo vinculadas a las prácticas de gestión sostenible de espacios abiertos.