El Consejo de Gobierno ha conocido la Guía Práctica de Participación Infantil en Andalucía e Incidencia en la Conciliación Familiar, un documento elaborado por la Consejería de Igualdad, Políticas Sociales y Conciliación que tiene por objetivo armonizar y homogenizar el desarrollo de los distintos Consejos Locales de Infancia y Adolescencia existentes en la comunidad. El Ejecutivo andaluz pone énfasis, de este modo, en el derecho a la participación de los niños, niñas y adolescentes andaluces en los asuntos que les afectan, habida cuenta de la repercusión que tiene para la ciudadanía.
Este manual, que está acompañado de un proceso formativo a profesionales de las distintas provincias de Andalucía, establece un modelo de implementación en el desarrollo de los Consejos Locales de Infancia y Adolescencia u otros órganos de participación repartidos por toda la comunidad, lo que permitirá dotarles de una estructura común y homogeneizar las distintas actuaciones que se lleven a cabo desde el ámbito local al provincial y autonómico.
Del mismo modo, explica el informe elevado al Consejo de Gobierno, esta guía pretende impulsar la activación de una red profesional andaluza que cree un espacio de intercambio de experiencias y permita visibilizar el trabajo de los y las profesionales e instituciones implicadas, fomentándose en todos los ámbitos territoriales. Asimismo, el manual busca aunar criterios sobre la conciliación familiar como elemento fundamental para conseguir una intervención real de niñas, niños y adolescentes en los Consejos.
La participación de los niños, niñas y adolescentes en los asuntos públicos es un derecho fundamental reconocido en la Convención sobre los Derechos del Niño, además de encontrarse alineado con los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS) en el marco de la Agenda 2030. Así, el ODS 16, denominado ‘Paz, Justicia e Instituciones Sólidas’, apunta a la necesidad de crear instrumentos que permitan a los menores y adolescentes el conocimiento de la realidad y el descubrimiento de los problemas que les afecten, además de sus posibles soluciones en todos los ámbitos, especialmente familiar, social, educativo y sanitario.
La Convención considera además a niños, niñas y adolescentes como un activo social fundamental en la construcción de una sociedad más justa, solidaria y democrática. En esa apuesta por la concepción de la infancia como sujeto de derechos, la Ley 4/2021, de 27 de julio, de Infancia y Adolescencia de Andalucía, incorpora la regulación de los derechos y deberes que asisten a las personas menores de edad, y define el ámbito competencial de la Administración de la Junta de Andalucía en la materia mediante la creación de escenarios para la participación infantil.
En este sentido, la normativa andaluza incluye como novedad la creación del Consejo Andaluz de Niños, Niñas y Adolescentes como el órgano de participación que permitirá canalizar las voces y propuestas de las personas menores de edad. Se garantiza, además, la transversalidad de la infancia y adolescencia, la corresponsabilidad de la sociedad en esta materia, la inclusión de la perspectiva de la infancia y adolescencia en las políticas públicas y el refuerzo de medidas para garantizar el ejercicio de sus derechos.
Planes de Infancia y Adolescencia
Por otro lado, los dos Planes de Infancia y Adolescencia de Andalucía (PIAA) implementados por la Consejería de Igualdad, Políticas Sociales y Conciliación han permitido identificar las dificultades y obstáculos, así como las buenas prácticas, en el desarrollo de las políticas de infancia y adolescencia en Andalucía. En este sentido, el fomento de la participación de la infancia y la adolescencia ha sido identificado precisamente por el conjunto de agentes implicados y de personas beneficiarias como una de las principales innovaciones del II PIAA.
El PIAA también reconoce que el impulso de la Administración ha tenido un papel determinante para la creación de espacios de participación dirigidos a este colectivo, la promoción de los mismos y su funcionamiento sostenido en el tiempo. Y se constata que aquellos espacios participativos más consolidados han resistido a las dificultades impuestas para realizar encuentros por el contexto de pandemia.
No obstante, se identifican dos retos para la participación infantil y adolescente. Por un lado, la necesidad de abordar un desarrollo territorial homogéneo de los espacios de participación, con el fin de que se impulsen en los municipios de Andalucía donde aún no se han desarrollado. Por otro, se apunta que es preciso incidir en la visibilización y difusión de los beneficios de la participación infantil y adolescente.
A este respecto, el III Plan de Infancia y Adolescencia de Andalucía 2022-2026, actualmente en fase de diseño conforme a la evaluación del plan anterior y el diagnóstico participativo, pretende sentar las bases del sistema de atención a la infancia desde un enfoque de la promoción de derechos y la prevención, garantizando los derechos de todos los niños, niñas y adolescentes para que reciban el apoyo y la protección necesaria en todos los ámbitos de la sociedad. Asimismo, ambiciona promover la participación de la infancia y la adolescencia en la vida pública y en cualquier estructura de participación creada para tal fin.
En este sentido, el informe elevado al Consejo de Gobierno subraya el importante papel que desempeñan los Consejos Locales de Infancia y Adolescencia, concebidos como órganos de participación infantil en los que sus opiniones y propuestas son tenidas en cuenta, de ahí la necesidad de armonizar su funcionamiento.