La Junta desarrolla obras de emergencia para la defensa contra inundaciones en Alcolea del Río, Écija y Lora del Río
El consejero de Medio Ambiente, José Juan Díaz Trillo, ha informado al Consejo de Gobierno de las obras de emergencia que desde principios de este año lleva a cabo su departamento para evitar el riesgo de nuevas inundaciones en los municipios sevillanos de Lora del Río, Alcolea del Río y Écija.
Los trabajos, que suponen una inversión de 11,1 millones de euros y 180 empleos asociados, consisten fundamentalmente en la reconstrucción y mejora de las infraestructuras de defensa que resultaron destruidas el pasado mes de diciembre durante las crecidas del Guadalquivir y de los arroyos Churre, Argamasilla y Físico. La población beneficiada por estos proyectos se eleva a 63.000 habitantes.
Las obras con mayor presupuesto y plazo de ejecución –4,5 millones y un año– se desarrollan desde el mes de febrero en Lora del Río, donde Medio Ambiente construye un nuevo muro de defensa a lo largo de la margen derecha del Guadalquivir y de la izquierda del arroyo Churre, con una cota de 37 metros. El proyecto tiene como objetivo evitar que puedan repetirse las avenidas del pasado invierno, que afectaron especialmente a la parte suroeste del núcleo urbano y provocaron el desalojo de 150 familias en la barriada de La Petra y el aislamiento de un millar de vecinos.
En Alcolea del Río se realizan obras para la reposición y estabilización del muro de sostenimiento de la margen derecha del Guadalquivir, cuyo derrumbamiento en un tramo ocasionó el desalojo de siete viviendas y diversos daños en el vial urbano, sobre todo en la zona de la calle Betis. La intervención tiene un presupuesto de 3,6 millones de euros y estará concluida antes del verano.
Finalmente, y con una inversión de 3 millones de euros, en Écija se desarrollan actualmente los últimos trabajos del proyecto iniciado en diciembre para paliar los daños ocasionados por las crecidas de los arroyos Argamasilla y Físico. El desbordamiento de estos cursos fluviales, encauzados bajo las calles, afectó a más del 30% de la superficie del núcleo urbano y perjudicó directamente a unas 3.000 personas. Las obras, centradas en mejorar y ampliar la capacidad de encauzamiento, incluyen la adecuación de las estaciones de bombeo, la limpieza del colector del Argamasilla y la construcción de diques provisionales de regulación en las cabeceras de los arroyos.