Pedro Ávalos Torres

Pedro Ávalos Torres, sucesor de la cuarta generación de una familia de ladrilleros. Nacido en 1968, en la localidad sevillana de la Puebla de Cazalla. Es allí donde se remontan sus orígenes pues su bisabuelo regentaba por aquel entonces la primera fábrica de una auténtica generación de ladrilleros.

Podríamos decir que es aquí donde comienza su pasión por este oficio, pues fue su abuelo quien en primer lugar decidió continuar con la tradición montando su propia fábrica y posteriormente su padre, que con la ayuda de este vio cumplir su sueño al instalar y poner en funcionamiento una nueva planta de este producto tan emblemático en su familia.

La fábrica familiar la instalaron en Manzanilla, tanto por el valor que por allí tenía el material como por la facilidad para conseguir la materia prima y su excelente calidad.

A la temprana edad de 13 años empezó su formación como ladrillero, años después, en 2004 inicia un nuevo proyecto, dedicado a la fabricación completamente artesanal del ladrillo rústico, concretamente del conocido vulgarmente como "ladrillo de taco". La razón por la que eligió este producto fue simple: no se necesita maquinaría (las máquinas que se encontraban en la antigua fábrica estaban completamente obsoletas y su puesta en funcionamiento requeriría de una gran inversión), basta con una buena mano de obra experimentada.

Tal es la calidad de su material que ha sido solicitado para la rehabilitación de obras tan emblemáticas como la Bóveda de la Catedral de Sevilla o en el yacimiento arqueológico de las Ruinas de Itálica.

Actualmente fabrica ladrillos en varias medidas, y además, están especializándose en solería de distintos formatos. Asimismo, se adaptan a las exigencias del cliente en cuánto a modelos y medidas se refiere, siempre respetando la terminación rústica que les caracteriza. Todo ello es fruto de un riguroso proceso artesanal con material de primera calidad, como es la arcilla extraída de su propia cantera.

Datos de contacto

Índice