El Hospital Universitario de Valme de Sevilla ha iniciado el pilotaje de una nueva herramienta destinada a monitorizar las constantes vitales de los pacientes ingresados a través de pulseras inteligentes. A través de esta iniciativa, este centro se apoya en las nuevas tecnologías para potenciar la humanización y seguridad de pacientes y profesionales junto a la calidad asistencial, con valor añadido en tiempo de pandemia.
Este proyecto se implementa para cada puesto de hospitalización, el cual está vinculado a terminales de última generación que están dotados con numerosas funcionalidades. Por un lado, con carácter de ocio/entretenimiento, y por otro lado, con carácter clínico/gestión hospitalaria. Precisamente, en este segundo apartado el hospital sevillano innova con un sistema de pulsera inteligente que permite al profesional conocer, continuamente y de forma exhaustiva desde el control de enfermería, los principales parámetros clínicos del paciente encamado.
La estructura de este sistema está sustentada en un monitor táctil multimedia, con formato de pantalla plana, que lleva incorporada protección antibacteriana, imprescindible en entornos sanitarios. Dispone de un diseño minimalista adecuado en la pared. En el área de entretenimiento, permite ver televisión, escuchar radio, acceder a Internet, a redes sociales o a servicios de video bajo demanda, tener un punto de acceso WiFi personal de alta velocidad y visualizar entornos multimedia. Asimismo, el terminal dispone a pie de cama de salida de auriculares para no molestar a los enfermos en casos de habitaciones dobles.
Pero el importante avance incorporado en el hospital sevillano de este sistema es la vinculación del terminal habilitado para el paciente con la pulsera y otro terminal en el control de enfermería, desde donde los profesionales tienen conocimiento de la situación clínica del paciente.
Herramienta clínica de gran valor para pacientes covid
Sin duda, la prestación más vanguardista de este proyecto, desde el punto de vista clínico, es la televigilancia y monitorización continua de los pacientes desde el control de enfermería. A través de un terminal de sobremesa, instalado en el control de enfermería, se tiene acceso a un sistema de control de constantes vitales mediante la activación de pulseras inteligentes. Permiten tomar los datos a tiempo real, de forma continuada y en intervalos de tiempo programables, lo cual permite un mayor control de la monitorización de los pacientes.
El objetivo es aportar una herramienta avanzada que facilite la labor de los controles de enfermería. De tal modo, que la pulsera colocada al ingreso de cada paciente es capaz de monitorizar la frecuencia cardiaca, la tensión arterial, la temperatura corporal, la frecuencia respiratoria y la saturación de oxígeno en sangre. Precisamente, este último parámetro es de vital importancia para el control de la evolución de pacientes Covid; de ahí la potencial utilidad de esta sistemática de trabajo en pandemia.
Además de hacer posible alertas de los estados anómalos de las constantes vitales de los pacientes, permite la anticipación y control de problemas de salud del enfermo por parte del personal sanitario; evita contactos directos innecesarios de los profesionales con pacientes en aislamiento y, por tanto, no precisa del uso de equipamiento de protección individual minimizando el riesgo de contagios en áreas de hospitalización covid. Todo ello se traduce en optimización de seguridad para el paciente y los profesionales.
Una de las aplicaciones también sobresalientes está destinada a facilitar la comunicación entre paciente y personal sanitario, ya sea por problemas de audición o lenguaje. Permite traducir textos en diferentes idiomas y comunicación por pictogramas.
Destacada importancia de la televigilancia en pacientes frágiles y aislados
Las mediciones del sistema son enviadas al monitor de control de enfermería donde son registradas y almacenadas en un histórico de datos, que se muestra mediante gráficas detalladas. Gracias a ello, el personal sanitario puede conocer cómo ha pasado los últimos días el paciente y ver qué cambios se han producido, facilitando también el traspaso de información entre sanitarios en los cambios de turno.
Por tanto, esta tecnología ayuda a optimizar el trabajo de los profesionales, proporcionando un mayor control de cada paciente, acelerando los diagnósticos y reduciendo tiempos de asistencia sin alterar el descanso y recuperación de los pacientes.
Por su parte, los dispositivos inteligentes colocados en las muñecas de los pacientes a modo de relojes-pulsera son retirados al alta hospitalaria para su posterior desinfección y su preparación para un nuevo uso.
Tras el pilotaje actual del sistema en una de sus plantas, el Hospital Universitario de Valme prevé implantar esta nueva herramienta de forma progresiva en toda el área de hospitalización.
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