Jesús Nazareno. Iglesia del Espíritu Santo. La Rambla, Córdoba

Información general

Tipología
Esculturas
Provincia
Córdoba
Municipio
Rambla, La
Autoría

Juan de Mesa y Velasco

Cronología
1621-22
Dimensiones
62 x 172 x 133 cm
Material
Pino
Cedro
Observaciones

La información sobre esta intervención está extraída de los informes de ejecución

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Datos históricos

La imagen de Jesús Nazareno de La Rambla es una de las obras más sobresalientes del escultor cordobés Juan de Mesa. Fue terminada en 1622, es decir, dos años después que la talla sevillana de Jesús del Gran Poder, del mismo autor, cuyos rasgos sigue estrechamente. Fue concebido para vestir, aunque, a diferencia del Nazareno del Gran Poder, el de La Rambla tiene totalmente tallado el cuerpo, las piernas y el sudario.


Posiblemente en 1727, en que se reemplazó la antigua cruz procesional por la actual de plata, sufrió la amputación de parte de la cabellera que cae sobre el hombro. En 1812 los franceses quemaron la iglesia y la imagen quedó totalmente ennegrecida. Esta pudo ser la causa de una intervención sobre la policromía de la cabeza y las manos documentada en 1841. Durante la misma se rascaron las encarnaciones del rostro y las manos y se sustituyeron por una gruesa preparación y un color pálido donde se enfatizaban golpes, moratones violáceos y sangre anaranjada. El pelo fue también repintado, aunque sin eliminar la policromía anterior.


En 1958 dos operarios del escultor Antonio Castillo Lastrucci repararon las articulaciones de los brazos, añadieron algún fragmento y numerosas espinas perdidas a la corona, aplicaron una veladura en manos y rostro y retocaron algunos desperfectos del cuerpo y las piernas estucándolos y repintándolos. Con posterioridad ha habido más intervenciones, como el repinte con óleo de todas las partes ocultas por la túnica, la aplicación de betún de Judea a toda la imagen y, en la década de 1980, la reposición de las espinas perdidas de la corona. La peana actual debió colocarse en sustitución de una anterior entre 1841 y 1958.

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Estado previo

A nivel estructural el mayor deterioro del Nazareno radicaba en la debilidad de la madera. Después de más de tres siglos y medio de salidas procesionales peligraba la zona de los tobillos, los dos únicos puntos de apoyo de la imagen.


Las pérdidas, aparte del fragmento de cabellera eliminado, se limitaban a la desaparición de las espinas de la corona, desgastes en las manos por el roce con la cruz y abrasiones en la zona del omóplato y el pectoral izquierdo producidas por un tornillo que atraviesa la figura para sujetar la cruz al hombro.


En la policromía se advertían depósitos de cera, suciedad y humo, de forma más patente en las piernas y pies, sobre todo en el pie izquierdo, por estar sometido a frecuentes besapiés. Tanto en este lugar como en las zonas correspondientes a ensambles se localizaban algunas lagunas de preparación.

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Descripción de la intervención

Gracias a un estudio radiográfico se pudo conocer la situación y extensión de las lagunas de policromía original y adoptar un criterio adecuado en la restauración. Pese a que en un primer momento se pretendía recuperar un posible original subyacente bajo la policromía de la cara, una vez comprobada la imposibilidad de tal recuperación se decidió eliminar tan solo aquellas intervenciones bajo las que permanecía policromía original y se tomó la de 1958 como la apariencia a recuperar.


Antes de limpiar fue necesario fijar la policromía, fundamentalmente en las piernas y pies. La limpieza y la eliminación de repintes precisó tratamientos distintos según las zonas. Así, mientras que en zonas del cuerpo y extremidades se retiraron repintes generalizados o localizados, en el rostro únicamente se eliminó la suciedad y el betún de Judea.


La oscilación de los tobillos de la escultura fue paliada diseñando un tercer apoyo consistente en una varilla de acero que va desde el ombligo hasta la peana. Para recoger mejor los esfuerzos se colocó una chapa de metal cuya forma abarca la cintura, de cadera a cadera, y se extiende hasta el orificio de la cruz. Aquí se aloja un tubo roscado para sujetar la cruz mediante una tuerca. El extremo superior de este tercer pie no toca la policromía sino a través de una cama de polietileno expandido que se adapta a los volúmenes de la talla.


Siguiendo el mismo criterio impuesto para la policromía, se retiraron las espinas de la corona correspondientes a la última reparación y se respetaron las pocas que existían de 1958. Las espinas se reintegraron en madera de caoba siguiendo el grosor de algunas originales cuyo arranque se conservaba y la longitud de las del Gran Poder de Sevilla.

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Ficha técnica y planimetría

Entidad/es promotora/s
Dirección General de Bienes Culturales de la Consejería de Cultura
Adjudicatario/s
María Rosa Cabello Ramírez
Dirección y ejecución
María Rosa Cabello Ramírez
Periodo de ejecución
-
Inversión
12.981,86 euros
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