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Reportajes

13/11/2009

El Instituto Andaluz de la Mujer celebra este año su vigésimo aniversario. Veinte años de existencia y de trabajo en los que ha sido actor principal, promotor y testigo de la transformación de la sociedad y de la evolución de las mujeres en todos los ámbitos. En estos veinte años el Instituto Andaluz de la Mujer ha trabajado para favorecer la participación y la presencia de las mujeres en la vida civil, política, social, educativa, cultural, laboral y económica en la comunidad autónoma.

El Decreto 1/1989 de 10 de enero creaba el Organismo de Igualdad de la Junta de Andalucía y hacía realidad el trabajo todo un movimiento asociativo de mujeres que venía gestándose desde principios de la década. Andalucía fue pionera en España en la lucha en pos de la igualdad, pues ya a principios de los 80, se crearon los primeros Centros Asesores de la Mujer de la mano de la entonces consejera del Gobierno preautonómico andaluz, María Izquierdo.

Pero es, sin duda, la creación IAM lo que marca de manera definitiva el comienzo de las políticas de igualdad y las medidas de acción positiva en Andalucía. Un trabajo que comenzó con el esfuerzo de un reducido grupo de mujeres, que apenas alcanzaba la veintena, y la dirección de la malagueña Carmen Olmedo, primera directora del Instituto e ideóloga del proyecto.

Referente en sus comienzos

El Instituto Andaluz de la Mujer comienza su andadura con una modesta estructura, formada por dos sedes en Sevilla y Málaga, pero muchas ilusiones y proyectos. Las líneas de trabajo en estos momentos se centraron en fortalecer el movimiento asociativo de las mujeres andaluzas, sobre todo las del ámbito rural, y mejorar la formación para favorecer el acceso al empleo de la mujer.

El largo camino por recorrer acababa de empezar pero ya en estos primeros años de vida, el IAM era un referente en otras comunidades autónomas.

Una de las primeras consecuencias de la creación del IAM fue que un gran número de mujeres amas de casa salieran del ámbito privado para relacionarse con otras mujeres con las que compartir ideas, miedos y sueños. Estas redes de mujeres, ya articuladas en asociaciones, empezaron a dar sus frutos como demuestra que de 156 asociaciones que había en 1989 se haya pasado a las 1.751 actuales.

La evolución a lo largo de estos veinte años no sólo se ha producido en el ámbito del asociacionismo sino que como señala la directora del IAM, Soledad Pérez, se ha producido "una transformación radical de las mujeres en nuestra tierra". Cualquier indicador así lo demuestra. Hace veinte años, un 17% de las mujeres estaba en condiciones de trabajar mientras que ahora la cifra está casi al 50% . En el ámbito educativo, hoy el 60% de las mujeres tienen estudios superiores y son universitarias cuando entonces la mayoría contaba sólo con estudios básicos o primarios.

"La evolución ha sido global. Ningún terreno se ha quedado atrás. Sobre todo, las mujeres del ámbito rural y las mayores son las que más han notado esta transformación social. Si bien no la han vivido en primera persona, sí para sus hijas o nietas", asegura Pérez.

Cinco directoras, proyecto común

A lo largo de estos veinte años, el Instituto Andaluz de la Mujer ha contado con cinco directoras. La primera de ellas fue Carmen Olmedo Checa (1989-2000) -nombrada diputada para el Congreso en el año 2000-. Rosa Gómez asume el cargo por unos meses, después de ser responsable de los programas de empleo y formación durante 11 años. A éstas, les siguieron Teresa Jiménez (2000-2004), Soledad Ruiz (2004-2008) y Soledad Pérez (2008- actualidad).

Cada una de ellas ha vivido una etapa distinta pero con un proyecto en común que ha ido evolucionando a lo largo del tiempo pero con la misma idea: la lucha por los derechos de las mujeres. Así lo cree la actual directora. "El Instituto Andaluz de la Mujer fue un proyecto que se diseñó bien, que ha continuado a través de los años y que ha sabido adaptarse a los tiempos. El IAM ha sido una escuela que ha marcado a una generación andaluza de mujeres".

En este recorrido, el Instituto Andaluz de la Mujer ha asistido a los numerosos avances y ha luchado para que no haya retrocesos. Cada directora ha vivido pequeñas conquistas y también grandes logros. El primero de ellos, la creación de la Consejería para la Igualdad y Bienestar Social, que supuso la elevación de las políticas de Igualdad a una consejería propia, ya que hasta entonces el IAM había estado adscrito a la Consejería de la Presidencia.

Igualdad legal

El segundo gran avance, vivido en la anterior legislatura, fue la aprobación de la Ley 12/2007 para Promoción de de Igualdad de Género en Andalucía y la Ley 13/2007 de Medidas de Prevención y protección Integral contra la Violencia de Género. Dos leyes autonómicas que garantizan la igualdad legal. Ahora queda el paso más importante: alcanzar la igualdad de oportunidades y superar la brecha de género.

Son los grandes retos del Instituto Andaluz de la Mujer después de veinte años. El desarrollar la arquitectura jurídica y política para evitar retrocesos. Fruto de este desarrollo legislativo es el I Plan Estratégico para la Igualdad entre mujeres y hombres en Andalucía (2009-2012) que será la hoja de ruta del trabajo en materia de igualdad. La creación de la Comisión Interdepartamental y el Decreto para la creación de las Unidades de Género en cada una de las consejerías de la Junta de Andalucía trazan la estrategia de la transversalidad. Ese ha sido el gran paso. Las políticas de Igualdad ya no sólo serán asunto del Instituto Andaluz de la Mujer sino de todas las políticas públicas del Gobierno andaluz.