Al igual que el programa de escuelas taller, talleres de empleo y casas de oficio, el nuevo diseño de Formación Profesional para el Empleo, aprobado en 2009, busca la mejor adecuación de la cualificación a la coyuntura del mercado laboral. Para ello, se ha creado una especie de formación a la carta, adaptada a la actividad de cada territorio, y fomentando, sobre todo, la continua profesionalización de los trabajadores andaluces.

Así, el nuevo decreto ha introducido importantes novedades como el modelo de Formación de Oferta a la hora de planificar los cursos; la integración en un solo sistema de la Formación Profesional que se imparte a desempleados y trabajadores en activo, y la regulación de los Certificados de Profesionalidad, titulación que podrá ser convalidada por módulos de la Formación Profesional reglada.

La denominada Formación de Oferta integra por primera vez los programas dirigidos a desempleados y trabajadores en activo (anteriormente divididos en Formación Profesional Ocupacional y Continua) y fija un nuevo modelo de programación más adaptado a las necesidades del mercado laboral. Así, se sustituye la convocatoria anual de cursos, en la que las entidades colaboradoras presentaban sus propuestas, por varias convocatorias al año que realizará la Consejería de Empleo, en las que detallará cuáles son las especialidades profesionales en cada territorio sobre las que pueden promoverse y desarrollarse cursos de FP para el Empleo.

Estas especialidades serán fijadas por el Sistema de Prospección Permanente del Mercado de Trabajo en Andalucía (Argos) del Servicio Andaluz de Empleo, dependiendo de la oferta de trabajo existente en cada una de las 45 Áreas Territoriales en las que está dividida la red de servicios de la Consejería de Empleo.

Entre las novedades más relevantes, el decreto regula los certificados de Profesionalidad, que acreditarán la cualificación profesional en el sector y constituirán una titulación válida para todo el territorio nacional. Estas nuevas titulaciones formarán parte del Catálogo Nacional de Cualificaciones que está elaborando junto con las comunidades autónomas el Servicio Público de Empleo Estatal, y que pretende otorgar una titulación reconocida a las personas que se especialicen en diferentes familias de la formación profesional ocupacional.