Noticias de la Junta de Andalucía

El estilo de las haciendas sevillanas

CONTENIDOS RELACIONADOS

Cortijo El Marqués de Cazalla.

Cortijo El Marqués de Cazalla.

Desde el punto de vista arquitectónico, las haciendas son el tipo de edificación más característico de Sevilla. Dedicadas fundamentalmente al olivo y vinculadas con el puerto de Indias durante la Edad Moderna, se extendieron en especial por los Alcores y el Aljarafe. Mientras que los cortijos estaban ligados en su mayoría a latifundios que sus propietarios cedían en arrendamiento, las haciendas eran el centro de explotaciones de un tamaño variable, que sus dueños solían explotar de manera directa. Incluían, además, a diferencia de los cortijos, instalaciones de transformación de frutos, como molinos de aceite o lagares para la fabricación de vino.

Junto a los establos, almacenes, corrales, almazaras y dependencias para los trabajadores y jornaleros, en la Edad Moderna las haciendas pasaron a tener 'señoríos', residencias para la estancia de los dueños, dotadas a menudo también de capillas y oratorios.

El estilo de las haciendas que podrían denominarse 'clásicas' se corresponde en su mayor parte con el barroco sevillano y, si bien escasean los testimonios acerca de quiénes las construyeron, se puede deducir que probablemente los señores de la tierra escogieron a los mejores arquitectos, incluso a los mismos que hubieran proyectado sus casas y palacios de la ciudad.

La hacienda barroca se caracteriza por contar con una portada, en la que solía destacar el escudo de armas de la familia propietaria, un gran patio, un señorío situado habitualmente en la zona central o al fondo, y las instalaciones de producción, que varían en función de los cultivos a los que estuviera dedicada, repartidas a lo largo del complejo.

En fechas más tardías, el estilo regionalista de los siglos XIX y XX se reflejaría también en las haciendas, tanto en obras de nueva planta como en las numerosas reformas que se llevaron a cabo en muchos de los viejos caseríos.