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Atención transversal

El documento plantea la reorganización de los recursos y la definición de la cartera de servicios obligatoria relacionada con el dolor en Atención Primaria y en hospitales de acuerdo con su nivel de complejidad.

Por tanto, los diferentes niveles asistenciales --Primaria y Especializada-- se centrarán en la atención al dolor en el marco de sus competencias. Así, los centros de salud acogerán las terapias centradas en el ejercicio, la actividad física y la terapia ocupacional y el seguimiento farmacológico, así como el trabajo en el domicilio del paciente con dolor, fundamentalmente en los casos de dolor invalidante o pacientes con dificultades de movimiento que le impiden desplazarse hasta el centro de salud.

Esta estrategia permitirá que se resuelva el 80% de los problemas del dolor, principalmente crónico y no oncológico, gracias a la organización de equipos multidisciplinares donde la enfermería cobra especial protagonismo por ser el colectivo profesional encargado de los cuidados y en sus competencias se enmarca gran parte de la terapéutica de estas personas.

Además, se organizarán circuitos de derivación de pacientes al objeto de que la atención sea homogénea, independientemente del lugar de residencia, y para que la continuidad asistencial esté garantizada en todos los puntos de la geografía andaluza.

En este sentido, los hospitales comarcales se situarán como el primer nivel de atención hospitalaria en el tratamiento y el abordaje del dolor, al que serán derivados aquellos pacientes que requieran de técnicas intervencionistas que no se pueden realizar en el centro de salud. En este nivel asistencial se dará respuesta, por tanto, a las personas con dolor crónico no oncológico de difícil control y a los pacientes con dolor oncológico.

Asimismo, adquirirán las competencias para realizar técnicas como bloqueos, infiltraciones y técnicas de infusión como bombas, tratamientos que se pueden dispensar en régimen ambulatorio (sin necesidad de hospitalización). Así como de aquellas técnicas quirúrgicas que faciliten el abordaje del dolor. Las intervenciones más complejas se derivarán a los grandes hospitales.

En el contexto del bloque quirúrgico y de las unidades de hospitalización, los profesionales serán los responsables del correcto tratamiento de las personas que padecen dolor antes, durante y después de las intervenciones quirúrgicas.

A lo largo de 2010 se realizará la valoración de cada uno de los niveles asistenciales, a fin de conocer de qué recursos disponen y completarlos en función de las competencias establecidas y requeridas en el Plan de Atención a las Personas con Dolor (2010-2013).