Una llamada al teléfono gratuito de Información sobre el Tabaco (900 850 300) o a Salud Responde (902 505 060) y manifestar la intención de iniciar el tratamiento de deshabituación telefónica es lo único que hace falta para iniciar el camino hacia una vida sin humo. Y una pequeña entrevista para recopilar los datos personales, el motivo que lleva a tomar esta decisión, la existencia de intentos anteriores para dejar el tabaco y las causas que hicieron recaer, la antesala a iniciar la terapia.

Estos datos son remitidos a uno de los 34 expertos en deshabituación tabáquica formados especialmente para dar respuesta a este servicio, que, en el plazo de veinticuatro horas, se pondrá en contacto con el solicitante para realizar una valoración clínica sobre el nivel de dependencia al tabaco y poder iniciar, así, una terapia personalizada. El teléfono se convierte así en el mejor aliado de la deshabituación.

El número de sesiones telefónicas será determinado por el técnico en función del nivel de dependencia de cada persona y, en caso de detectarse que es alto, se le recomendará acudir a su médico para la indicación y control de tratamiento farmacológico.

En cada sesión, la persona fumadora que desee abandonar este hábito encontrará información útil y personalizada que le asesorará sobre su decisión y, sobre todo, recibirá terapia psicológica, consejos para manejar de forma correcta los momentos difíciles de su tratamiento, indicaciones para afrontar las recaídas y pensamientos positivos que le ayuden a reforzar su voluntad de convertirse en ex fumador.

Además, se realizará un seguimiento proactivo en el tratamiento de cada persona a los 3, 6 y 12 meses de dejar el tabaco, para comprobar su evolución y reforzar su decisión de abandonar este hábito tan perjudicial para la salud.