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Entrevista a Nieves Prieto, técnico de la Unidad de Apoyo para la Atención al Tabaquismo del Distrito Sanitario Málaga

-¿Se puede hacer la deshabituación tabáquica por teléfono?

Por supuesto, constituye una intervención avanzada de efectividad probada y basada en la evidencia. El programa que seguimos es multicomponente; al inicio, las sesiones son semanales (entre dos y tres) y el objetivo es preparar el día D, ése en el que el paciente establece como el día en el que dejará de fumar y, posteriormente, realizamos seguimientos a los 15 días, al mes, a los tres meses, a los seis meses y al año, para reforzar su nueva conducta y evitar la aparición de recaídas.

-¿Qué ventajas aporta este sistema?

Principalmente, permite que cualquier persona fumadora que esté dispuesta a dejar de fumar pueda acceder a un servicio de deshabituación tabáquica independientemente de su horario laboral, de la existencia de barreras físicas o geográficas. Además, es un servicio totalmente gratuito ya que la primera llamada se realiza al teléfono del tabaco, el 900 580 300, y las demás veces es el terapeuta el que se pone en contacto con el usuario. Y, lo más importante, es una terapia completamente individualizada, pensada para cada paciente, dependiendo de su nivel de dependencia, y no requiere de la presencia física ni de desplazamientos de ningún tipo.

-¿Se utiliza una metodología distinta en la Quit Line que en los grupos o en la deshabituación cara a cara?

La metodología utilizada es la misma que la que se realiza a nivel presencial en los centros de salud de Andalucía. Incluso, en algunos casos, utilizamos otras nuevas tecnologías, como e-mail para el envío de documentación y páginas web sobre recursos en la atención al tabaquismo.

-¿Para quién está indicada la Quit Line?

Para todas las personas fumadoras que quieran hacer uso de ella, aunque bien es cierto que es más utilizada, especialmente, por quienes tienen dificultades para asistir a su centro de salud a las sesiones grupales o individuales, porque estén lejos de su domicilio, porque tienen a su cargo a personas que les impiden desplazarse durante el tiempo que duran las sesiones, porque sean personas en situación de dependencia, porque su horario laboral no les permita asistir a las sesiones presenciales...

-¿Qué otros métodos existen para dejar de fumar?

Los recursos que tiene a su disposición cualquier persona fumadora en el sistema sanitario público de Andalucía son muy variados. Así, en Andalucía contamos con centros sanitarios que ofrecen intervención básica, por el personal de enfermería y medicina y que, por tanto, está disponible en la totalidad de los centros de salud de nuestra comunidad; intervención avanzada individual en consulta con el personal sanitario de referencia; intervención avanzada grupal; materiales de autoayuda, y, cómo no, la Quit Line, que permite realizar la deshabituación por teléfono.

-¿Cuáles son los más efectivos?

Lo principal es que la persona que desee dejar de fumar esté plenamente convencida de su decisión. Eso es lo más importante. Si esto ya lo tenemos, hemos dado un paso muy importante, y a partir de ahí, las medidas que han demostrado su utilidad en el tratamiento del tabaquismo son la intervención básica y la intervención avanzada multicomponente tanto individual como grupal. Esta última está indicada para aquellas personas que ya se han fijado la fecha para dejar de fumar, e incluye distintas estrategias psicológicas e intervenciones farmacológicas en aquellas personas fumadoras que lo requieran.

-¿Qué consejo le daría a las personas fumadoras que desean dejar de serlo?

Dejar de fumar es la mejor decisión que puede tomar una persona para su salud y la de las personas que le rodean. Es como otro objetivo que te planteas en la vida, y que, para conseguirlo, requiere invertir tiempo y dedicación, como se tiene que hacer, por ejemplo, para aprender a conducir. Para dejar de fumar es necesario centrarse en todos los beneficios que se van a conseguir si se abandona este hábito a corto y medio plazo, y para esto ayuda mucho recordar intentos previos o metas como, por ejemplo, el ahorro económico que supondría al mes o al año. Dejar de fumar es posible, y ya son muchas las personas que lo han conseguido. Hoy contamos con tratamientos efectivos y profesionales que le van a ayudar en este proceso de cambio. El tabaquismo es una enfermedad adictiva, las recaídas forman parte normal del proceso y con cada nuevo intento las posibilidades de éxito son mayores. Y, sobre todo, es importante no confiarse, la idea de 'por uno no pasa nada' no funciona y ese pensamiento es uno de los motivos más frecuentes de recaída.