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Sida: alerta en 20 minutos

La Consejería de Salud colabora con organizaciones no gubernamentales en una campaña de detección precoz del virus a través de un test rápido de saliva

03/12/2010

Lazo rojo de la lucha contra el SIDA.

Conocer las formas en las que se puede transmitir el virus del sida es la mejor forma de evitarlo. No obstante, desde la Consejería de Salud se inició en 2008 una campaña para la detección precoz de esta enfermedad entre los colectivos más vulnerables, que tiene en las organizaciones no gubernamentales y en una simple muestra de saliva sus máximas aliadas.

Se trata del Ora Quick, una prueba rápida, discreta e indolora para el diagnóstico precoz del VIH que, si bien necesita de una confirmación del diagnóstico en caso de positivo a través del método tradicional de análisis sanguíneo, sirve para dar las primeras pistas a personas que, sin saberlo, pueden ser portadores y, por ello, estar contagiando la enfermedad a otros.

Pero, además, las personas que se benefician de este test rápido de VIH-Sida reciben asesoramiento y consejos para ayudarles a afrontar la crisis emocional de saberse afectados. Del mismo modo, las organizaciones no gubernamentales les orientan y dirigen sobre aspectos prácticos relacionados con sus actividades diarias; les ayudan a plantear y describir estrategias para afrontar la situación; y derivan su caso al sistema sanitario público para confirmar el diagnóstico e iniciar el tratamiento.

Garantizar la máxima accesibilidad y discreción son las premisas sobre las que se sustenta esta estrategia que se acerca a los principales colectivos con prácticas de riesgo a través de las ONG y asociaciones.

Aunque la prueba del VIH-Sida mediante análisis sanguíneo es la única forma fiable de saber si se está o no infectado, es importante saber que existe un test rápido para esta enfermedad que permite acceder a un resultado preliminar positivo ante anticuerpos VIH para poder iniciar medidas preventivas que eviten la transmisión, que tiene a las relaciones sexuales sin protección con una persona afectada y a la acción de compartir jeringuillas, agujas o cualquier instrumento cortante como vía de contagio. La saliva, por tanto, no contagia, pero sí diagnostica.