Para informar hay que estar formado, y eso es lo que han hecho el más de centenar de entidades que trabajan activamente con la Consejería de Salud en el Programa de Diagnóstico Rápido del VIH, quienes han recibido formación no sólo en lo que al uso del test rápido se refiere, sino también en promoción de hábitos de vida sexual saludable.

Desde que en 2008 se pusiese en marcha este programa, se han celebrado cursos al objeto de crear una red de formador de formadores; es decir, que los asistentes a los cursos estén capacitados para replicar los conocimientos aprendidos en los planes de formación de sus propias entidades y difundirlos una vez iniciados.

Adquirir ideas y conceptos claves sobre el VIH-SIDA es uno de los objetivos de estos planes de formación, donde cobra especial importancia aprender habilidades emocionales en la atención a usuarios afectados por el virus, allegados y profesionales, así como la adquisición de conocimientos para identificar posibles alteraciones emocionales y resolver dudas sobre las vías de transmisión de la enfermedad.