Las actuaciones en infraestructuras en el caso del Hospital Regional, finalizadas en el mes de noviembre, han tenido una duración de ocho meses y ha contado con una inversión superior a los 500.000 euros. Con una superficie total de 210 metros cuadrados, cuenta con dos salas blancas, además de salas de apoyo, preparación y envasado. Por su parte, el espacio del Banco de Tejidos ocupa una superficie de unos 40 metros cuadrados y ha contado con una inversión cercana a los 500.000 euros entre obras de infraestructura y equipamiento.

Las salas del Banco de Tejidos de Málaga se encuentran ya en proceso de validación y se usarán para desarrollar cultivos de condrocitos, una de las terapias consolidadas que desarrolla el Servicio Andaluz de Salud en su cartera de servicios. Esta terapia beneficia especialmente a pacientes jóvenes afectados de lesiones irreversibles en la superficie articular de la rodilla. En este tratamiento, Málaga es centro de referencia de Andalucía. Por su parte, en las salas blancas del Hospital Regional de Málaga se realizarán inicialmente ensayos clínicos relacionados con la esclerosis múltiple.

Todas las superficies de ambas instalaciones son lavables, los pasos entre las distintas estancias están sellados, y el área está provista de un sistema de control de accesos y de sistemas de esclusa para pasar de una estancia a otra, tanto para personas como para productos. Cuenta, además, con vestuarios en distintas fases de esterilidad absoluta y las estancias están en sobrepresión escalonadas entre sí y el aire impulsado es filtrado con filtros absolutos. Además, dispone de tres climatizadores para la impulsión de aire y de las distintas etapas de filtrado, todos gobernados mediante un sistema de control que se monitoriza mediante pantalla táctil.

La Unidad de Producción Celular de del Hospital Regional, por su parte, está dotada de un equipamiento básico de mobiliario y un equipamiento científico tecnológico especializado, como cabinas de seguridad biológica, incubadores de CO2, centrífugas refrigeradas de sobremesa, microscopios con ordenadores incorporados y sistema de captación de imágenes, congeladores, frigoríficos, climatizadores y un recipiente criogénico de nitrógeno líquido.

Las seis cabinas de seguridad biológica aseguran la protección, al usuario y al medio ambiente, de peligros biológicos así como protección en su interior de posibles partículas externas contaminantes. El área se completa con sistemas de aislamiento en ventanas para el tránsito de material de laboratorio entre zonas de diferentes niveles de aislamiento, esto es, entre zonas limpias y sucias evitando así el riesgo de contaminación.