La deshabituación tabáquica es una de las líneas estratégicas que ha puesto en marcha la Consejería de Salud para ayudar a las personas que quieren dejar de fumar y que se completa con programas estratégicos de actuación en los colectivos de personas fumadoras. Son fundamentales también la prevención e información, porque evitar iniciarse en esta adición es la mejor manera de evitar este hábito que incide directamente en la salud de las personas.
Ayudar a las personas fumadoras que lo deseen a dejar de fumar, prevenir el inicio desde edades tempranas y reducir el consumo de tabaco entre las profesiones consideradas modélicas (educadores y sanitarios) y colectivos donde la incidencia del tabaquismo es más elevada (personas reclusas y personas con trastorno mental, entre otros), son las áreas en las que trabaja el Plan Integral de Tabaquismo de Andalucía a través de la puesta en marcha de recursos y la elaboración de estudios específicos para abordar cada situación con una metodología específica y adaptada a sus características concretas.
En este sentido, 1,4 millones de personas que han acudido a los centros de Atención Primaria buscando ayuda para abandonar el tabaco, de los que 1,3 millones han recibido intervención básica, 76.746 intervención avanzada individual y 22.718 grupal. Del total de 1,4 millones, 65.989 corresponden a 2006; 203.686 a 2007; 223.110 a 2008; 313.139 a 2009; y 573.631 de 2010.
En el primer año del Plan Integral de Tabaquismo se incrementó en un 139% y en un 85% el número de centros de salud donde se ofrecería intervención avanzada en deshabituación tabáquica individual y grupal, respectivamente. En la actualidad, todos los centros de salud realizan intervención básica -consejo sanitario para dejar de fumar 629 ofrecen intervención avanzada individual -programa personalizado- y 346 intervención avanzada grupal. Los ciudadanos son derivados a unos u otros programas en función de su situación específica.
Además, destacan los programas específicos de deshabituación activos para ayudar a que personas que trabajan en determinados sectores considerados modélicos (sanitarios y educadores) dejen de fumar. En esta línea, un total de 2.633 profesionales sanitarios (556 en 2010) y 981 educadores (273 en 2010) han recibido terapia a nivel individual o grupal desde 2006.