La consejera ha subrayado las actuaciones en salud mental, por ser la población reclusa un colectivo vulnerable a estos problemas. De hecho, se estima que 42% de los internos padece algún tipo de trastorno mental. En este sentido, se contemplan diversas actuaciones en el marco del Plan Integral de Salud Mental de Andalucía (2008-2012), que recoge el principio de equidad y el compromiso de avanzar en la reducción de desigualdades de las personas más vulnerables.

Una de ellas ha sido la realización de un estudio a 475 personas reclusas de las prisiones de Morón y Albolote, con el fin de conocer mejor las necesidades y planificar futuras actuaciones. Este trabajo se encuentra en fase de análisis de datos y sus resultados se presentarán en los próximos meses.

Por otra parte, en los centros penitenciarios existen unidades de psiquiatría en las que son atendidas o internadas las personas que padecen trastornos mentales. Estos pacientes son asistidos con periodicidad quincenal o mensual, según las necesidades de cada centro penitenciario, por facultativos del SAS que se trasladan. Asimismo, en caso necesario, los Equipos Comunitarios de Salud Mental atienden a estas personas en las Unidades del SAS y llevan a cabo una labor de seguimiento en coordinación con los profesionales sanitarios de prisiones.

Además, a través de los recursos de la Fundación Andaluza para la Integración Social del Enfermo Mental (Faisem), como viviendas tuteladas o casas-hogar, se actúa mediante protocolos elaborados al respecto en la integración social de los reclusos que proceden de la unidad psiquiátrica del centro penitenciario o padecen algún trastorno y son puestos en libertad.

Por otra parte, se están intensificando las actuaciones de coordinación con los profesionales sanitarios de los centros penitenciarios en salud mental, y ya se han iniciado en la provincia de Málaga rotaciones de profesionales del centro de Alhaurín en las Unidades de Salud Mental Comunitaria del SAS, para que adquieran una formación específica en salud mental. Asimismo, se van a iniciar rotaciones en sentido inverso, mediante las que Médicos Internos Residentes en formación pasarán períodos de algunos meses en las unidades de psiquiatrías de prisiones para formarse en la atención a este colectivo.