La Consejería de Salud tiene establecido un Programa de Vigilancia Sanitaria de las zonas de baño de carácter marítimo (playas) y de carácter interior (ríos, pantanos...). El objetivo de este trabajo de control y seguimiento es garantizar que la ciudadanía pueda disfrutar de ellas con las mayores garantías posibles durante el periodo estival.

Para ello, se realizan labores de vigilancia de la calidad de las aguas de baño con el fin de desarrollar actuaciones dirigidas a la protección y la información de los usuarios. Con la información recabada, se elaboran informes quincenales sobre el estado sanitario de las aguas de baño tanto marítimas como de interior, que los ciudadanos pueden consultar en la web de la Consejería de Salud.

Dentro del programa se realiza un seguimiento analítico de las aguas de baño, actuaciones sanitarias en casos de incidencia, limitaciones de uso (prohibición de baño, clausura de playas...) y coordinación con ayuntamientos y la Consejería de Medio Ambiente, así como se ofrece información pública a la ciudadanía, evaluación anual de la calidad de las aguas de baño.

Andalucía cuenta con 253 playas ubicadas en 61 municipios que se distribuyen de la siguiente forma (Almería 75, Cádiz 53, Granada 29, Huelva 15 y Málaga 81). Las aguas de baño marítimas presentan, según los datos correspondientes al informe de inicio de temporada, un estado sanitario bueno o muy bueno en el 99% de los casos. Sólo está prohibido el baño en la playa La Rada de Estepona, en Málaga, debido a la presencia de parámetros microbiológicos. Por otra parte, respecto a 27 aguas de baño de interior, ríos, embalses o manantiales, todas son aptas en la actualidad, según el informe de inicio de temporada.

La consejera ha recordado que son los ayuntamientos los encargados de mantener las condiciones de limpieza y salubridad de las zonas de baño, de colocar carteles informativos con las características, infraestructuras y medidas de seguridad, de vigilar los posibles puntos de vertido cercano para evitar riesgos y adoptar las medidas de gestión que le requieran las administraciones sanitarias y ambiental.