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(In)tolerantes al gluten

Investigadores andaluces detectan variedades de avena seguras para los celíacos y obtienen harinas de trigo libres de las proteínas que les causan los síntomas

11/08/2011
La enfermedad celíaca se caracteriza por una intolerancia permanente a los alimentos que contienen gluten.

La enfermedad celíaca se caracteriza por una intolerancia permanente a los alimentos que contienen gluten.

La enfermedad celíaca es un trastorno autoinmune consistente en una alteración de la mucosa del intestino delgado que se asocia con una intolerancia permanente al gluten, una mezcla de proteínas presente en el grano de determinados cereales. Los síntomas más frecuentes son diarrea crónica, distensión abdominal, falta de apetito, apatía, vómitos, irritabilidad y laxitud, pérdida de peso y retraso del crecimiento. Afecta, al menos, al 1% de la población española y, hasta el momento, el único tratamiento es una dieta libre de gluten que no incluya alimentos como trigo, centeno, cebada, avena y sus derivados. No obstante, respecto a esta última, ha existido una gran controversia a la hora de definirla como tolerable o no por los celíacos.

¿Deben entonces los celíacos incluir la avena en su dieta? La respuesta depende de la variedad. Así lo han demostrado investigadores del Departamento de Microbiología y Parasitología de la Facultad de Farmacia de la Universidad de Sevilla en un artículo recientemente publicado en la revista GUT. Dicho artículo ha sido seleccionado como uno de los más relevantes en inmunología por el prestigioso índice Faculty of 1000, que publica on line una selección de los artículos científicos más relevantes clasificados por áreas.

Los investigadores demuestran que el potencial tóxico de este cereal depende de la variedad. Por ello, algunas son seguras y otras, no. Este estudio ha sido cofinanciado por el Ministerio de Ciencia e Innovación y el Instituto Andaluz de Biotecnología

En concreto, han utilizado el anticuerpo monoclonal denominado anti-33-mer como indicador de la reactividad o no de las distintas variedades de avena. "Estos anticuerpos suponen una herramienta fiable para detectar variedades de avena potencialmente seguras para los pacientes celíacos, ya que pueden identificar y cuantificar las fracciones más tóxicas en las distintas variedades de cereal", explica la coordinadora del estudio, Carolina Sousa.

Proceso de purificación

Los investigadores aplicaron los anticuerpos a muestras purificadas de avena. Este proceso de purificación supone, primero, la exclusión de la posible contaminación con otros cereales mediante una selección cuidadosa y luego, analizar sus proteínas. Tras estos análisis, los expertos han diferenciado tres grupos de variedades de avena en relación a su reactividad con el anticuerpo anti-33-mer: un grupo con una elevada reacción, el segundo con unos efectos intermedios y el tercero sin consecuencias detectables.

Para obtener estos resultados, los investigadores de la Universidad de Sevilla están trabajando con un grupo de la Universidad de Jaén (UJA) que dirige la investigadora María Isabel Torres. Los expertos han diseñado un modelo celular in-vitro para determinar el efecto que tienen los péptidos (moléculas) del gluten sobre el intestino, ya que actualmente no existen modelos animales experimentales que desarrollen la enfermedad celíaca.

Los investigadores están analizando los procesos de inmunidad innata y de tolerancia que se suceden como respuesta a la toxicidad de los fragmentos peptídicos del gluten. Ésta es una forma efectiva de medir su potencialidad tóxica real y poder validarlos como métodos más fiables de control de alimentos aptos para celíacos.

Para comprobarlo, los expertos de la UJA han desarrollado en el laboratorio un modelo de epitelio o tejido de mucosa intestinal válido para conocer el efecto que ejercen proteínas del gluten -y más concretamente, los diferentes péptidos inmunotóxicos- sobre la función y características de tres tipos de células de la mucosa. "Mediante este modelo conocemos las interacciones entre el gluten y estos tres tipos celulares en la mucosa intestinal y su contribución a la homeostasis (autorregulación) del intestino. De esta manera, monitorizamos la reacción inmune que se genera en la superficie del intestino por la presencia de los péptidos tóxicos derivados del gluten", resume María Isabel Torres.

Respuesta inflamatoria

La primera reacción que se produce cuando los péptidos tóxicos entran en contacto con el epitelio de la mucosa intestinal de un celíaco es la ruptura de las uniones intercelulares entre las células epiteliales. Esto provoca la entrada de los péptidos tóxicos y que se genere la respuesta inflamatoria. La inflamación continuada no sólo puede provocar un daño físico sino que, a largo plazo, puede ocasionar diversos tipos de carcinomas en las personas celíacas que pasan largos años consumiendo gluten o que no cumplen la dieta.

Los efectos de los péptidos del gluten no sólo se producen en el ámbito instestinal. Una permeabilidad exagerada del intestino facilita que los pétidos penetren en el torrente sanguíneo, provocando alteraciones en otros órganos. "En este modelo in-vitro analizamos la respuesta inmune que se genera tras la administración de los péptidos derivados del gluten, evaluando el grado de estimulación celular en cultivos por la medición de la proliferación celular y de los niveles de producción de citoquinas", aclara la investigadora.