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14/09/2012
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Obras de la línea 1 del Metro de Sevilla en la calle San Fernando.

Obras de la línea 1 del Metro de Sevilla en la calle San Fernando.

Durante la ejecución de las obras del Metro de Sevilla se encontraron cuatro grandes localizaciones arqueológicas en San Juan de Aznalfarache-Barrio del Monumento, y en la avenida República Argentina, calle San Fernando y Prado de San Sebastián, en la capital, así como dos de menor repercusión en la zona de Barrau-Portaceli.

San Juan de Aznalfarache. Las obras del Metro de Sevilla a su paso por esta localidad sevillana depararon una sorpresa al encontrar parte del pasado histórico de la ciudad en el barrio del Monumento. La importancia del yacimiento obligó a replantear el proyecto, cuyo túnel fue construido en mina atravesando el cerro de los Sagrados Corazones para evitar dañar los restos y poder conservarlos.

Se encontró parte de la villa romana de Osset Iulia Constantia, en concreto varios muros que podrían pertenecer a una estructura de almacenaje junto a una muralla del recinto ciudadano que se alzaba en San Juan y que suponía un punto estratégico de control del comercio entre Híspalis y el Aljarafe. Además de los restos romanos también se documentó parte de la muralla de la fortaleza almohade (siglo XII) de Hins al Faray. El material hallado en las excavaciones remonta los orígenes de San Juan a época turdetana, hacia el siglo III a.C.

Con el objetivo de poner en valor los hallazgos y proteger el yacimiento descubierto durante las obras del Metro, se realizó un centro de interpretación de restos arqueológicos en San Juán, ubicado en la Plaza Doctor Muñoz Cariñanos. Tiene 993 metros cuadrados de superficie y forma triangular.

Desde el punto de vista arquitectónico, fue concebido como una 'calle-puente' que permite el paso de los peatones de forma natural, a través de la excavación arqueológica, y se configura por dos volúmenes de diferentes alturas entre los que se inserta el referido paso peatonal que conecta la Plaza Doctor Muñoz Cariñanos con el espacio Otto Engelhardt. Ello da continuidad al itinerario entre los dos nuevos equipamientos y conecta con el ascensor inclinado de la plaza mirador.

El yacimiento arqueológico que alberga el centro de interpretación es un fiel testimonio de los diferentes usos que se dieron a dicho espacio durante las épocas turdetana, romana y almohade. Los turdetanos ubicaron en esta localización un lagar para la fabricación de vinos, mientras que los romanos transformaron este lugar en una plaza pública porticada con un muro perimetral, del que se han conservado restos de la muralla.

Posteriormente, durante el asentamiento almohade, los árabes aprovecharon los sillares del edificio romano para construir una zona fortificada, que incluye dos torres desde las que controlaban el acceso desde la Vega de Triana hasta la antigua Osset (San Juan de Aznalfarache). Durante las investigaciones arqueológicas también se hallaron restos de un cementerio almohade junto a una de las puertas de la muralla.

República Argentina. Durante la excavación de la estación Plaza de Cuba se encontraron en la avenida de la República Argentina restos (deteriorados y arrasados por la urbanización de Los Remedios) del Convento de la Victoria del siglo XVI. Se localizó parte del claustro y algunas capillas de la Iglesia, además de una veintena de enterramientos fechados entre los siglos XVI y XIX. Todos estos restos fueron catalogados.

Calle San Fernando. El anteproyecto de la Línea 1 de Metro de Sevilla, elaborado durante el año 2002, ya localizaba los restos arqueológicos de especial relevancia. Se centraban principalmente en la presencia en todo el eje longitudinal de la calle San Fernando de construcciones de defensa de los siglos XII y XIII d.C., tales como la primitiva muralla de la ciudad, jalonada por torres y rodeada de foso y antemuro o barbacana.

Durante las excavaciones -y con los correspondientes estudios histórico-arqueológicos- se contempló la posibilidad de que la obra de estación integrara en su interior todos aquellos elementos que, tras la conclusión de los trabajos, evidenciaran el valor de lo encontrado. Finalmente, esta opción quedo descartada por la Consejería de Cultura, y la estación de Puerta Jerez modificó su ubicación final, no sin antes dejar ver la cimentación de la muralla defensiva de la ciudad, dos torres, parte de la barbacana y restos de una calzada romana que discurría hacia el puerto de la ciudad.

En el año 2004, antes de que volvieran a enterrarse los restos, la Agencia de Obra Pública de la Junta de Andalucía celebró un fin de semana de jornadas de puertas abiertas para la excavación de la calle San Fernando. Fueron miles de sevillanos los que hicieron cola para poder acceder al recinto. Ataviados con cascos de obra y discurriendo por una pequeña pasarela de acceso, observaron cómo los arqueólogos descubrían una parte de la historia de la ciudad.

Prado de San Sebastián. Durante la ejecución de la línea 1 del Metro de Sevilla fueron muchas las cautelas arqueológicas adoptadas, lo que provocó que se realizaran grandes catas antes de cada excavación. Esto propició el descubrimiento de toda una necrópolis romana en el extremo opuesto de los jardines del Prado de San Sebastián. Más de 200 tumbas bien conservadas y que constituyen una de las necrópolis más importante en lo que al legado de la antigua Hispalis se refiere.

Esta necrópolis romana carece de monumentalidad, pero tiene gran interés urbanístico al hallarse parte de su trazado viario, elemento que permite realizar un gran mapa de la ciudad incluyendo esta 'ciudad de los muertos' que ocuparía desde los Juzgados hasta San Telmo, pasando por la antigua Fábrica de Tabacos. Algunos de los más de 200 enterramientos encontrados databan de la mitad del siglo I, lo que supone que son restos funerario romanos más antiguos datados hasta ahora en la ciudad.

Barrau-Portaceli. En otras zonas del trazado de la línea 1 los restos arqueológicos hallados no se encontraban en buen estado o carecían de valor. En la zona de la ciudad comprendida entre las calles Barrau y Eduardo Dato (a la altura del colegio Portaceli), las excavaciones sacaron a la luz restos de la línea del acueducto que transportaba agua desde Los Caños de Carmona al Palacio de la Buhaira.