La importancia de establecer menús fijos por semana o mes, a fin de tener un control de los alimentos que se ofrecen, lo que garantiza menús equilibrados
Especificar con más detalles qué tipo de alimentos se utilizna en cada plato (por ejemplo, qué tipo de carne se emplea y qué verduras, lo que permite conocer la variedad de alimentos y corregir el menú en caso de que se utilicen siempre los mismos)
Ajustar el consumo de alimentos protéicos a dos veces por semana en el caso del pescado, 1-2 veces a la semana el de carne, 1-2 veces a la semana el de huevos, 1-2 veces a la semana el de legumbres
Evitar incluir la carne o el pescado como ingredientes de los primeros platos.Reducir el consumo de alimentos precocinados a una vez a la semana como máximo
Incluir en los menús una ración de verduras u hortalizas, ya sea como primer plato, como ingrediente del primer plato o en forma de guarnición del segundo plato
Aumentar el consumo de fruta a 3-4 veces por semana en los postres y reducir el de lácteos a 1-2 veces a la semana