La pintora y escultora Carmen Laffón de la Escosura es uno de los principales exponentes del arte contemporáneo español. Su pintura se caracteriza por el intimismo, la exquisitez formal y, sobre, todo, por la facilidad con que plasma ambientes y objetos sencillos y cotidianos capaces de traer sugerencias y sensaciones del mundo interior.

Nacida en Sevilla en 1934, en el seno de una familia culta y progresista, Carmen Laffón inicia su educación artística a los doce años en el estudio del pintor sevillano Manuel González Santos y, posteriormente, en la Escuela de Bellas Artes de la capital andaluza y en la de Madrid, donde concluirá su formación.

Dos importantes hitos de su trayectoria pictórica serán sus viajes a París, ciudad en la que conoce en 1954 la obra de Marc Chagall, y a Roma, donde queda impresionada por autores del Primer Renacimiento como Giotto, Fra Angelico y Piero della Francesca.

En 1961 conoce a la galerista Juana Mordó y al grupo de artistas que se mueven en torno a ella, algunos de ellos los más relevantes de la pintura española de la época,  como Manuel Millares, Antonio Saura, Eusebio Sempere, Rafael Canogar, Pablo Palazuelo, Gustavo Torner, Manuel Hernández Mompó, Lucio Muñoz, Antonio López y otros artistas del colectivo El Paso. Mordó le ofrece un contrato en la Galería Biosca y la artista sevillana se abre pronto un camino propio dentro de la pintura figurativa, ajeno a los postulados estéticos imperantes en la España de entonces.

Carmen Laffón regresa a Sevilla y, con la creación en 1967 de la Escuela El Taller, se acerca al mundo de la enseñanza artística. En 1975 se incorpora a la Cátedra de Dibujo del Natural de la Escuela de Bellas Artes de Sevilla, donde permanecerá hasta 1981. Al año siguiente recibe el Premio Nacional de Artes Plásticas.

En 1992, el Museo Nacional Centro de Arte Reina Sofía le dedica una exhaustiva exposición que recorre prácticamente toda su carrera artística, jalonada por obras en las que emplea fundamentalmente las técnicas del carboncillo, el pastel y el óleo, y en las que abundan el retrato, la naturaleza muerta, los objetos cotidianos y el paisaje. En este último ámbito destacan sus visiones de Doñana.

A mediados de los años noventa Carmen Laffón se dedica también a la escultura y en 1998 es nombrada académica de la Real Academia de Bellas Artes de San Fernando de Madrid. Dos años después pronuncia su discurso de ingreso, centrado en los vínculos que mantiene con Sevilla, Sanlúcar de Barrameda y Doñana.

Una buena parte de la obra de la pintora sevillana se integra en la colección permanente del Museo Nacional Centro de Arte Reina Sofía de Madrid. También se encuentran trabajos suyos en el Metropolitan Museum de Nueva Cork, el Banco de España, la Fundación Mapfre, la Fundación Juan March, el Museo de Arte Abstracto de Cuenca y el Museo Provincial de Jaén, entre otras instituciones y espacios culturales.