La Secretaría General de Consumo recuerda que antes de comprar una joya se observe el contraste de origen (que identifica al fabricante o importador) y el de garantía del laboratorio, que asegura la calidad de la pieza. Asimismo, los productos deben estar etiquetados e indicar el precio con el IVA incorporado.

En el caso de que deba vender sus joyas, es recomendable que visite varios establecimientos y que le valoren el peso de la pieza, los quilates del metal precioso, y el precio por gramo que le van a aplicar. Repita esta consulta en distintos establecimientos, para hacerse una idea de lo que le puede corresponder, incluso se aconseja consultar en internet.

Por otra parte, si la joya contiene piedras preciosas pida una valoración de las mismas independiente del metal precioso, pues en general aquéllas son más valiosas que éste. Pida que le indiquen el precio por separado para tener varios elementos de juicio al comparar la información de varios establecimientos. Además, tenga en cuenta que se pueden hacer tasaciones del metal precioso.

En cuanto al peso, es importante que pese la joya en otra balanza verificada, antes de llevarla al establecimiento donde la quiere vender, o compare los valores que le dan en los distintos establecimientos, y exija ver siempre el resultado que muestra la pesada en la balanza del establecimiento.

Si quiere empeñar la joya, porque considera que puede recuperarla, se recomienda que preferiblemente acuda a los Montes de Piedad, pues tienen intereses entre 20 y 55 veces inferiores a las tiendas de empeño que han proliferado recientemente. Puede calcular el interés que le están aplicando de forma aproximada con el siguiente ejemplo: para un empeño de una pieza valorada en 22,50 euros, si el precio de recuperación es de 28,69 euros (supone un incremento de 6,19 euros), y se recupera la pieza en 30 días, el cálculo del interés mensual sería (6,19/22,5)*100, es decir, del 27,5%, lo que anualmente aproximadamente podría suponer un 330% (27,5*12=330).