Ante una crisis de ahogo, es recomendable relajarse, ya que la sensación de dificultad para respirar puede ser una crisis de asma. El afectado debe apartarse inmediatamente de la causa que haya provocado el comienzo del ataque y, en caso de que haya humo u olores en el ambiente, abrir una ventana, al tiempo que avisa a algún familiar o amigo. Los médicos recomiendan adoptar una posición cómoda, respirar profundamente y aflojar cualquier prenda que pueda presionar el cuerpo, tales como corbatas o cinturones.

Asimismo, debe tomarse la medicación de rescate prescrita por el facultativo. En caso de mejora se aconseja permanecer una hora en reposo, pero si la sensación de ahogo no disminuye claramente en 15 o 20 minutos, el afectado debe utilizar su broncodilatador de rescate y llamar al 061, sin que pase más de media hora desde la aparición de la crisis si no mejora. En tal caso, hay que seguir en todo momento las instrucciones que los profesionales de este dispositivo le ofrecerán por teléfono.

Por otro lado, ante un episodio de anafilaxia, el afectado debe, cuando sea posible, disminuir el contacto, ingesta, inoculación o inhalación del alérgeno (agente causal), y solicitar asistencia médica urgente. También debe observarse si se repite el episodio durante las 24 horas siguientes.