Andalucía ha registrado un descenso en la tasa de mortalidad infantil de casi diez puntos desde 1980.

La mortalidad infantil es el indicador demográfico que señala el número de defunciones de niños durante el primer año de su vida por cada mil nacimientos vivos registrados. La consideración del primer año para establecer el indicador de la mortalidad infantil se debe a que es el más crítico en la supervivencia del ser humano: cuando se sobrepasa el primer cumpleaños, las probabilidades de supervivencia aumentan drásticamente. Se trata de un indicador relacionado directamente con los niveles de pobreza y calidad de la sanidad gratuita, a mayor pobreza o menor calidad sanitaria, mayor índice de mortalidad infantil.

La evolución de la sanidad pública en Andalucía desde el inicio del periodo autonómico tiene una importante medida en la evolución de esta tasa. En 1980, la tasa de mortalidad infantil en Andalucía se situaba en 13,11 menores fallecidos durante su primer año de vida por cada mil nacimientos vivos. Frente a ello, en 2012 (último dato disponible) la tasa de mortalidad infantil se sitúa en 3,65, es decir, casi 9,5 puntos menos, se ha reducido a casi una cuarta parte. Esta tasa de mortalidad infantil está en la línea con la de países avanzados como Finlandia (3,4), Noruega (3,5) o Alemania (3,51).

Por provincias, al inicio del periodo autonómico eran Málaga (12,06), Sevilla (12,19) y Granada (12,74) las que registraban menor tasa de mortalidad infantil. Frente a ello, actualmente las provincias donde fallecen menos bebés por cada mil nacimientos son Almería (2,77), Sevilla (3,31) y Granada (3,42).

Si comparamos la evolución por provincias, Almería, con una reducción de 10,9 puntos, es donde la tasa de mortalidad infantil se ha reducido más; seguida de Córdoba (-10,85), Cádiz (-10,42), Huelva (-10,1), Granada (-9,32), Jaén (-8,95), Sevilla (-8,88) y Málaga (-7,78).