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José María Mayoral, jefe del servicio de Epidemiología de la Secretaría General de Calidad, Innovación y Salud Pública de la Consejería de Igualdad, Salud y Políticas Sociales

31/10/2013
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Licenciado en Medicina, especialista en Medicina Preventiva y Salud Publica, realizó el programa de Doctorado en 'Salud Publica, Medicina Social, Epidemiología y Medicina Preventiva' en el Departamento de Ciencias Socio-Sanitarias de la Universidad de Sevilla. Además, es diplomado en Medicina Tropical por la Universidad de Barcelona, Máster en Salud Publica por la Universidad Libre de Bruselas (Bélgica) y Máster de Epidemiología Aplicada de Campo del Instituto de Salud Carlos III y Centers for Disease Control and Prevention (CDC).

Ha trabajado como médico de Atención Primaria y de la Cooperación Sanitaria Internacional Española en Costa de Marfil, como epidemiólogo de Atención Primaria en el Servicio Andaluz de Salud y, desde 2004, es jefe de servicio de Epidemiología de la Consejería de Igualdad, Salud y Políticas Sociales.

¿Cómo ha evolucionado durante las últimas décadas la mortalidad en Andalucía?

Según un estudio realizado por Ricardo Ocaña, investigador de la Escuela Andaluza de Salud Pública (EASP), durante el periodo 1981-2008 la tendencia de la tasa de mortalidad masculina y femenina en Andalucía fue decreciente hasta 1995, año en el que se produjo un cambio de tendencia. Entre 1995 y 2000 la tasa fue creciente, volviendo a una tendencia decreciente hasta la actualidad. En Andalucía se observa un efecto en la mortalidad ligado a la cohorte de nacimiento. Así, la mortalidad masculina y femenina aumenta entre las generaciones de los nacidos entre 1945-1965 y disminuye progresivamente en las generaciones nacidas después de 1965. Este descenso de la mortalidad coincidió con las cohortes nacidas con el comienzo en España de un importante desarrollo industrial, económico y social en la década de 1960 que la haría salir de la penuria sufrida en las décadas anteriores.

En el periodo 1981-2008 llama la atención el descenso de la mortalidad observado en algunas provincias occidentales, como Cádiz, que partía de una tasa más elevada y sin embargo su descenso (0,79% anual en los hombres y 0,33% anual en las mujeres) duplica el promedio de la disminución media anual de la tasa de mortalidad observada en Andalucía (0,38% en hombres y 0,14% en mujeres).

Este descenso de la mortalidad, relacionado con la edad, se refleja en el informe de Eurostat sobre la mortalidad en Europa durante el periodo 2002-2004.  Andalucía presentaba una mortalidad en los hombres menores de 65 años similar a la media europea, mientras que las mujeres se sitúan en el grupo de las regiones europeas con menores tasas de mortalidad.

¿Cuáles son los principales casos de mortalidad hoy en día?

A partir de los últimos datos publicados por el INE en 2012, sobre defunciones según la causa de muerte en 2010, tanto en Andalucía como en el conjunto de España, los tumores, las enfermedades cardiovasculares y las enfermedades del sistema respiratorio son las tres principales causas de muerte, responsables del 70% de las defunciones. La contribución de cada una de ellas en la mortalidad total difiere entre sexos. Los tumores son la primera causa de mortalidad masculina, seguida de las enfermedades del sistema circulatorio. Sin embargo, el orden se invierte en la mortalidad femenina, siendo las enfermedades del sistema circulatorio la causa que más contribuye a la mortalidad. Se trata por tanto de causas de mortalidad asociadas al envejecimiento de la población que durante las últimas décadas se ha venido produciendo.

¿Qué ha influido en esos cambios?

Sin duda, la mejora de las condiciones de vida en la población han sido determinantes. El desarrollo económico y social que se ha producido durante las últimas décadas ha mejorado la alimentación y han contribuido a adquirir hábitos y estilos de vida mas saludables, como ponen de manifiesto las encuestas de salud que desde 1988 se vienen realizando en España y desde 1999 en Andalucía. Como consecuencia, se ha producido un descenso importante de la mortalidad por problemas de salud prevenibles, fundamentalmente enfermedades cardiovasculares y tumores malignos como el cáncer de pulmón o de mama. También el desarrollo de un sistema universal de salud, que favorece y reducen las desigualdades en la accesibilidad a los servicios sanitarios asistenciales y preventivos, ha tenido un papel fundamental en la prevención de enfermedades transmisibles y el control de factores riesgo, el diagnóstico precoz o tratamientos eficaces para las enfermedades cardiovasculares o el cáncer.

¿Cómo han afectado esos cambios en la esperanza de vida de la población andaluza?

La esperanza de vida es un indicador clásico para valorar el estado de salud de la población y que habitualmente se relaciona con las circunstancias sociales y económicas. En el año 2009, la esperanza de vida en Andalucía era de 77,5 años en los varones y 83,7 años en las mujeres, con una ganancia de aproximadamente tres años, para ambos sexos, durante la última década. Aunque aún con valores de aproximadamente un año inferior, en hombres y mujeres, a la del conjunto de España, sin embargo, los andaluces superan en un año a la media de la UE de los 27 y las andaluzas tienen una de las mayores esperanzas de vida del mundo, hipotéticamente ocuparían el quinto puesto tras Japón, Francia, conjunto de España e Italia.

La esperanza de vida a los 65 años en 2009 en Andalucía era algo más de 17 años entre los hombres y  21 años en las mujeres y también ha ido aumentando a lo largo de este siglo. En esta última década se ha producido una ganancia de aproximadamente dos años en la esperanza de vida a los 65 años, tanto en los hombre como en las mujeres.