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Economía y Empleo

A400M, última tecnología con sello andaluz

La comunidad tiene un papel protagonista en la construcción del avión de transporte militar más avanzado del mundo, que supone la creación inicial de más de 1.000 empleos

El A400M despega del aeropuerto de Sevilla.

El A400M despega del aeropuerto de Sevilla.

Andalucía tiene un papel protagonista en la construcción del avión de transporte militar más avanzado del mundo. Una treintena de empresas andaluzas participan en el desarrollo de diversas partes de la aeronave. Además, la región acoge la Línea de Montaje Final, la factoría donde se unen todas sus piezas para convertirlo en una realidad. El proyecto supone la creación inicial de más de 1.000 empleos para los próximos 20 años.

Cuando hace casi un siglo la empresa Construcciones Aeronáuticas (CASA) decidió instalar una factoría en Cádiz para producir hidroaviones, la primera de este sector en Andalucía, pocos podían imaginar que la industria aeronáutica andaluza llegaría a ocupar la posición internacional que ostenta hoy en día.

Desde entonces, esta actividad ha crecido hasta contar actualmente con varias plantas de Airbus, el principal fabricante de aviones europeo, y una potente industria auxiliar formada por unas 120 empresas, que son referentes en actividades como la fabricación de materiales compuestos, el montaje de aeroestructuras o la puesta en vuelo de aviones de transporte militar, como el A400M.

Este avión es un proyecto iniciado en mayo de 2003 por siete países europeos que debían afrontar la necesidad de sustituir en pocos años los Hércules E130 de sus ejércitos, cuya vida útil llegaba a su fin.

Es entonces cuando los gobiernos de Alemania, Francia, España, Reino Unido, Turquía, Bélgica y Luxemburgo deciden unirse al fabricante europeo de aviones EADS para desarrollar un nuevo avión de transporte militar que ocupase el lugar de los Hércules y que fuese mucho más avanzado tecnológicamente.

Desde ese momento, EADS, a través de Airbus Military, ha trabajado junto con estos países en la creación del avión que, a pesar de haber afrontado algunos retrasos respecto a los plazos fijados inicialmente, es ya una realidad.

Cuando nace el proyecto, Andalucía acogía ya tres importantes factorías de Airbus, situadas en Cádiz, Puerto Real (Cádiz) y Sevilla, disponía de una industria auxiliar que daba respuesta a importantes encargos de esta multinacional y contaba con un Gobierno regional que apoyaba el desarrollo del sector.

Estas características facilitaron que la comunidad fuese elegida para acoger la Línea de Montaje Final (FAL) de este importante avión, unos de los proyectos de cooperación industrial entre países más relevantes de Europa. Las partes del A400M se fabrican en muchos lugares del mundo, pero es en Andalucía, en la FAL, donde todos los componentes se unen para hacer realidad uno de los mayores productos aeronáuticos de vanguardia de la aviación mundial.

Contar con esta nueva factoría ha convertido a Andalucía en una de las tres únicas regiones europeas que cuentan con la Línea de Montaje Final de un gran avión y han consolidado a la comunidad autónoma como un polo aeronáutico de referencia internacional, junto a Toulouse (Francia) y Hamburgo (Alemania).

Participación andaluza

Línea de Montaje Final de la aeronave.

De esta manera, Andalucía participa de forma decisiva en el desarrollo del A400M y, muy particularmente, Sevilla y Cádiz como centros de fabricación. El estabilizador horizontal de cola se realiza en la provincia sevillana, mientras que en la gaditana se asume otro proceso de igual valor añadido, como son las carenas de los flaps del avión.

Junto a ello, Sevilla acoge la Línea de Montaje Final, en la que se termina de montar la aeronave para la entrega al cliente. Además, es un proyecto en el que participan también una treintena de empresas andaluzas de la industria auxiliar aeronáutica, que realizan diversos paquetes de trabajo.

El Gobierno andaluz comprendió desde el primer momento la trascendencia y relevancia estratégica del proyecto. La Línea de Montaje Final contó de inmediato con el aval del Consejo de Gobierno, expresado a través de dos incentivos, aprobados en octubre de 2002 y el mismo mes de 2004, por un total de casi 100 millones de euros.

Esta apuesta ha tenido beneficios para la comunidad desde el inicio del programa. La FAL del A400M ha supuesto una inversión en infraestructuras y equipamiento en territorio andaluz por unos 370 millones de euros, a los que hay que sumar otros 170 millones para la construcción de un Centro de Entrenamiento de Pilotos en Sevilla.

Sólo el arranque del proyecto ha supuesto el mantenimiento de 1.000 empleos y la creación de más de 700 nuevos puestos de trabajo directos, entre Airbus y empresas auxiliares y permitirá contar con carga de trabajo para las próximas dos décadas.

Asimismo, los encargos a la industria auxiliar se estiman en unos 180 millones de euros, lo que también refuerza la competitividad de la industria aeronáutica andaluza a nivel internacional.

A ello hay que unir que el proyecto conlleva avances de nuevos desarrollos en sistemas de pruebas funcionales y materiales en fibra de carbono, dando lugar a una docena de proyectos de I+D en Andalucía por un importe global superior a los 40 millones de euros, iniciativas en las que participan más de 30 empresas, ocho centros de investigación y tres universidades andaluzas.