Este plan es la primera herramienta de planificación para la promoción de infraestructuras y hábitos ciclistas de la que dispone el Gobierno autonómico y su elaboración ha sido de forma participativa con asociaciones de ciclistas, expertos, consorcios de transportes metropolitanos y administraciones, que han aportado sus valoraciones y sugerencias. Fruto de esa participación ciudadana y de las aportaciones de administraciones, expertos, asociaciones en defensa de la movilidad sostenible, como Rueda Redonda de Málaga, Granada Al Pedal, Plataforma Carril Bici de Córdoba, A Contramano de Sevilla y Al Pedal de Almería, y otras entidades y colectivos, la Consejería de Fomento y Vivienda ha incorporado 86,16 kilómetros más al borrador con el que se inició esta andadura.

Este instrumento se plantea como meta que la bici protagonice el 10% de los desplazamientos habituales para todas las aglomeraciones urbanas andaluzas, salvo Sevilla, que, gracias al camino ya recorrido en los últimos años, parte con ventaja de forma que las previsiones para ella se elevan al 15%. La cuota media de la Unión Europea de uso de la bicicleta con respecto al total de desplazamientos es del 7,4, con lo que el documento pretende que Andalucía no sólo alcance, sino que supere los niveles de la Unión en esta materia.

Tiene un horizonte temporal hasta 2020, con un desarrollo dividido en dos fases. La primera, entre 2014 y 2017, prevé la construcción de una red básica de vías ciclistas en las diez ciudades andaluzas, así como el desarrollo de las redes metropolitanas en las principales aglomeraciones urbanas. La segunda fase, entre 2018 y 2020, dedicará fundamentalmente el esfuerzo inversor a la red autonómica.

Sus disposiciones abarcan la planificación de las infraestructuras viarias y también aspectos como el aparcamiento, la intermodalidad con otros medios de transporte, la concienciación ciudadana y el dispositivo administrativo necesario para ello. Asimismo, se identifican las prioridades de actuación, se incluyen su programación, planificación temporal y valoración económica, y se determinan los recursos económicos que deben ser utilizados para su ejecución. Las propuestas de recorrido se fundamentan en un diagnóstico llevado a cabo en Andalucía, que concluye que el clima, las características orográficas, los hábitos y la cultura, así como el rico patrimonio cultural y natural de la región la convierten en un escenario inmejorable para el uso de la bicicleta.