Noticias de la Junta de Andalucía

Un diseño ambicioso para las urbes y sus anillos circundantes

Las actuaciones en las aglomeraciones urbanas son determinantes para una movilidad alternativa al vehículo privado.

Las actuaciones en las aglomeraciones urbanas son determinantes para una movilidad alternativa al vehículo privado.

El conjunto del ámbito que conforman las nueve aglomeraciones principales de Andalucía reúne un total de 197 municipios, el 25,55 % de Andalucía, y en él residen 5.671.070 habitantes, el 67,32% del total de la población andaluza. En estas aglomeraciones se concentra una elevada cuota de la demanda andaluza y, por otro lado, constituye por sus características el ámbito propicio para que las políticas de movilidad sostenible surtan efectos. Ello es así porque en la movilidad metropolitana y urbana predominan los viajes obligados, básicamente por motivo de trabajo y estudios, que, por su recurrencia, son más fácilmente captables por los modos alternativos al vehículo privado. Al mismo tiempo son ámbitos donde la implementación de políticas complementarias a la dotación y mejora de infraestructuras orientadas a esos modos son más eficaces: aparcamientos disuasorios, medidas de calmado de tráfico o políticas urbanísticas que propicien proximidad.

Por ello, las actuaciones en las aglomeraciones urbanas son determinantes para un nuevo modelo de movilidad alternativo al vehículo privado y sustentado por los viajes andando, en bicicleta y en transporte público. La información disponible sobre movilidad en estos ámbitos (sobre algunas aglomeraciones se dispone de diversos estudios en el tiempo) dibuja un incremento de movilidad derivada del aumento poblacional y de las tasas unitarias y, por otro lado, mayor distancia de los viajes. En estos ámbitos metropolitanos, todavía al inicio de la década de los noventa, prácticamente la mitad de los desplazamientos se realizaba a pie y en bicicleta. Esta proporción alcanza hoy día apenas una tercera parte del total.

El vehículo privado ha acogido esos viajes que antes se hacían a pie y su predominio en el ámbito metropolitano ha venido inducido, en gran medida, por una política segregadora en la ocupación del espacio y una baja densidad en la nueva edificación. Lo primero hace aumentar la distancia de los desplazamientos, estimulando el uso del coche, lo segundo impide dotar a las zonas residenciales de un buen servicio de transporte público a costes razonables.

El INE, en su 'Encuesta social 2011: Movilidad en las regiones urbanas de Andalucía', en la que se recogen datos sobre los desplazamientos en día laborable según modo de transporte en las nueve regiones o aglomeraciones urbanas de la comunidad, arroja que tres de las nueve áreas no contaban, en relación con la bicicleta, con muestras de tamaño mínimo y que, en general, al tratarse de momento de un colectivo reducido, la representatividad de los datos es menor respecto del uso de otros modos. En todo caso, se deduce una baja cuota de participación de los viajes en bicicleta, pues la media de estos desplazamientos en las nueve áreas aglomeraciones es de un 1,4% sobre el total de los realizados en día laborable. Aún así se observa un aumento respecto de estudios anteriores.

En la mayoría de los anillos metropolitanos, predominan las vías de vocación para el deporte y el ocio más que para su uso como modo de transporte. Se trata pues, fundamentalmente de vías no asfaltadas y de diferentes características en cuanto a su diseño. Estas infraestructuras, que no obedecen en su desarrollo a un plan previo y que además son ejecutadas por diversos programas de administraciones diferentes, no conforman en general redes. Se trata de vías discontinuas que generan inseguridad en su uso. A esta discontinuidad contribuyen, asimismo y con frecuencia, factores geográficos, como la presencia de cursos fluviales o espacios marismeños, y también la presencia de otras infraestructuras que hacen de efecto barrera. También se detecta falta de conexión entre este viario metropolitano y las vías ciclistas urbanas, que especialmente en algunas grandes ciudades han tenido bastante desarrollo.

Para tratar de solventar esas carencias y dar fluidez a toda la malla, el plan proyecta los 1.150 kilómetros de vías ciclistas de nueva construcción, de los que 312,7 serán de índole urbana y se ejecutarán concretamente en las ciudades de Huelva, Cádiz, Jerez, Algeciras, Málaga, Granada, Almería, Jaén, Córdoba y Sevilla. Por su parte, 837,92 kilómetros se llevarán a cabo en sus anillos metropolitanos.

Atendiendo al reparto provincial, para Almería capital y su área metropolitana se plantea una futura red de 91,3 kilómetros, que sumados a los 77,1 existentes ascienden a 168,4. En la Bahía de Cádiz, en la que se considera Jerez, además de la capital gaditana y su aglomeración urbana, se ha programado una extensión de 148,5 kilómetros, a los que hay que añadir los 167,5 ya diseñados, cuantificando un montante de 316. También en la provincia de Cádiz, en el Campo de Gibraltar, tomando como área urbana de desarrollo la ciudad de Algeciras, el plan prevé una dotación de nueva creación de 128,9 kilómetros, que con los 54,7 anteriores suman 183,6.

Los 62,9 kilómetros de Granada y su área se ven complementados por 105,1 en el nuevo plan, para un total de 168; en Huelva y su corona el documento compromete 197,7, que con los 126,7 ya existentes alcanzan los 324,4 kilómetros. Jaén tiene 18,1 kilómetros y pasará a tener 54,6, ya que el documento recoge 36,5; en cuanto a Málaga, pasará de 92,9 a 247,9 gracias a los 155 kilómetros que prevé el documento; por último, en Sevilla y su área metropolitana hay 243,8, que contabilizando los 242,4 kilómetros planificados se convierten en 486,2.