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Reportaje
14/03/2014

Uno de los graffitis en el Polígono Sur de Sevilla.

Integración social, rehabilitación común de espacios públicos y concienciación sobre conservación de las viviendas públicas soportan los objetivos del proyecto europeo transfronterizo 'Habitar 2.0. Tres culturas, un solo barrio', iniciativa que se desarrolla en seis ámbitos urbanos andaluces, con la intermediación de la Consejería de Fomento y Vivienda, y en la región de Tánger, concretamente en la localidad de Chefchaouen (Marruecos).

La rehabilitación integral de barrios es uno de los objetivos prioritarios de la Consejería de Fomento y Vivienda, que parte del convencimiento de que, tan importante como crear nuevos barrios, es recuperar los ya existentes. Por ello, el Gobierno andaluz ha seleccionado seis ámbitos urbanos andaluces para el proyecto 'Habitar 2.0. Tres culturas, un solo barrio', programa de cooperación transfronteriza con un presupuesto global de 1,5 millones de euros cofinanciados por la UE (75%) y la Junta de Andalucía (25%), que pretende regenerar barrios mediante la intervención social participada, propiciando que los vecinos sean quienes tomen decisiones sobre cómo y qué quieren en sus entornos.

El Puche y La Chanca, en Almería; Saladillo-Piñera, en Algeciras (Cádiz); San Martín de Porres, en Córdoba; Almanjáyar, en Granada, y el Polígono Sur, en Sevilla, son los barrios donde la Consejería de Fomento y Vivienda ha puesto en marcha, en colaboración con los vecinos, proyectos piloto adecuados a su características, comportamientos y costumbres, que consigan implicar a toda la población en la transformación de sus zonas.

Las características de estos barrios vulnerables inciden en una gran debilidad económica, poca empleabilidad, falta de referentes educativos, dependencia de los servicios sociales, uso inapropiado de los espacios comunes, falta de equipamientos, desconexión con el resto de la ciudad... lo que invita a plantear un necesario cambio en los modelos de gestión de los servicios públicos y de los planes de acción en estos barrios.

En las seis zonas donde se desarrolla el proyecto Habitar 2.0 se localizan más de 13.700 viviendas y conviven 54.890 vecinos, que demandan la planificación de actuaciones que garanticen la cobertura de sus derechos, así como la implicación de la población en la conservación y buen mantenimiento de las viviendas y espacios comunes.

El punto de partida de los planes de actuación se basa en un diagnóstico compartido en las denominadas 'mesas de vivienda', donde técnicos de la Consejería de Fomento y Vivienda, vecinos y colectivos sociales planifican, desarrollan y evalúan las acciones. Estas actuaciones se construyen desde la coparticipación y corresponsabilidad social mediante interlocutores que surgen de la organización natural de estas poblaciones.

Uno de los primeros puntos de actuación de los proyectos son las zonas baldías, de alta degradación ambiental y falta de mobiliario urbano que caracterizan la composición espacial de estos barrios. Estos lugares plantean la oportunidad de poner en marcha acciones que los doten de vida para mejorar las relaciones sociales.

Precisamente las claves de género y la interculturalidad son los hilos conductores de la intervención sobre espacios públicos y vivienda debido al gran peso de la población inmigrante, por lo que se trabaja buscando estrategias que permitan una mejor convivencia intercultural, partiendo del conocimiento mutuo.

Por último, y dado que uno de los objetivos de Habitar 2.0 es potenciar el surgimiento de iniciativas económicas y empresariales, dentro de los planes de actuación se impulsan los procesos de emprendimiento socioeconómico. Se trata de buscar nuevas fórmulas y agentes de contratación para generar iniciativas con vocación de permanencia.