Las obras del metro de Málaga han sorteado, desde 2006, diferentes vicisitudes por cambios introducidos en el proyecto, así como por el adverso ciclo económico, presupuestario y financiero de los últimos ejercicios, si bien en septiembre de 2013 se despejaron todas las incertidumbres sobre su viabilidad socio-económica, con el acuerdo alcanzado entre la Consejería de Fomento y Vivienda y el Ayuntamiento de Málaga para completar la última fase de la red.

Ello se llevaría a cabo mediante la llegada del metro al centro, con trazado subterráneo (Guadalmedina-Atarazanas), pero ubicando la estación central en la confluencia de la calle Torregorda con la Alameda Principal, y la prolongación de la Línea 2 desde Guadalmedina al Hospital Civil-Materno, con un trazado mayoritariamente en superficie.

La Junta adjudicará a finales de 2014 el tramo Guadalmedina-Atarazanas, con un presupuesto de 45 millones de euros y un plazo de ejecución de 33 meses. Este contrato de obras es el de mayor cuantía que se licita en la Consejería de Fomento y Vivienda desde el año 2010. A éste se une la licitación del contrato para la asistencia técnica de dicho tramo, con un presupuesto inicial de 2,15 millones de euros.

El tramo Guadalmedina-Atarazanas, de 295 metros de longitud lineal, se desarrollará íntegramente de forma subterránea y consta de una única estación, denominada Atarazanas, ubicada en la intersección entre la calle Torregorda y la Alameda Principal. La ubicación de dicha estación permitirá el acceso al centro histórico, comercial y turístico de Málaga, y desde la misma se podrá acceder, por ejemplo, a la confluencia de la calle Larios con la Plaza de la Marina en menos de dos minutos a pie.

Al concurso público se han presentado 13 ofertas que aglutinan a unas 30 constructoras, la mayoría asociadas en Unión Temporal de Empresas (UTE). Se prevé que estas obras generen 500 empleos, entre directos e indirectos.

Éste es uno de los tres tramos pendientes de construcción para completar la red de metro de Málaga, que supone el 19% restante y cuya construcción tiene asegurados los recursos económicos necesarios. Una vez se complete, la demanda final alcanzará los 20,7 millones de viajeros al año.

Los otros tramos pendientes son:

• Renfe y Guadalmedina (en obras)
• Guadalmedina-Hospital Civil. Prolongación Línea 2 (proceso de información pública y ambiental)

En 2009 comenzaron los trabajos del tramo Renfe-Guadalmedina del metro de Málaga, obras que se encuadran en el tramo subterráneo común de las líneas 1 y 2 del suburbano, y que tenía un plazo de ejecución inicial de 18 meses. La UTE adjudicataria del contrato está integrada por Ortiz Construcciones y Proyectos y Ecasur.

Este tramo de 713 metros de longitud, cuya ejecución ha sido asumida directamente por la Junta de Andalucía, discurre íntegramente de forma subterránea y conecta el Intercambiador Central de Transportes (metro, ferrocarril, autobuses metropolitanos), ubicado en el entorno de la estación de ferrocarriles María Zambrano, con el acceso de la línea al centro de la ciudad.

Además de la ejecución del túnel, el proyecto incluye también la construcción de la estación subterránea de metro Guadalmedina, que se ejecutará bajo la glorieta de Albert Camus. La estación constará de un vestíbulo principal, otro intermedio y un andén central, con una longitud de 66 metros y un ancho de 11,5 metros. La cota de profundidad del túnel y de la estación es de 20 metros.

Las obras de este tramo han experimentado también diferentes incidencias, tanto de índole arqueológico, como de disponibilidad presupuestaria y de replanteamiento del sistema constructivo, pero actualmente se encuentran en su fase final, con el objetivo de que la estación de Guadalmedina entre en servicio a finales de 2016.

El tramo Guadalmedina-Hospital Civil tendrá una longitud de 1.800 metros, donde se localizarán un falso túnel (28%), una rampa (7%) y plataforma en superficie (65%). Albergará cuatro paradas y su plazo de ejecución es de 24 meses, con un presupuesto estimado de unos 41,1 millones de euros.