Movilidad sostenible
El metro de Granada tiene 26 estaciones y una flota de 15 trenes.
La apuesta por crear ciudades sostenibles hacen necesario implantar medidas para reducir la presencia de coches en el paisaje urbano, fomentar el transporte público e incrementar las infraestructuras no motorizadas. El metro de Granada responde a este objetivo, ya que evitará el desplazamiento de 8.000 vehículos al día, 2,9 millones de coches al año, reduciendo las emisiones de CO2 anuales equivalentes en esta área metropolitana en 3.234 toneladas y evitando la emisión de 4,9 toneladas/año de óxido de nitrógeno.
La accesibilidad es otro de los pilares básicos que debe garantizar un servicio de transporte público y el metro de Granada es un sistema que responde al criterio de accesiblidad universal, respondiendo a las necesidades de todas las personas, cualquiera que sea su edad o capacidad de movimiento.
El diseño del metropolitano ha seguido esta premisa tanto en su infraestructura como en sus vehículos. Eliminación de barreras arquitectónicas, rampas de acceso, sistemas de escaleras mecánicas y ascensores desde el nivel de calle hasta los andenes convierten al metro en un modo de carácter universal, sin olvidar los vehículos, que además de piso bajo continuo, disponen en su interior de espacio reservado debidamente señalizado.
La incorporación de nuevas tecnologías es otro de las características que convierten al metro en una transporte de vanguardia. El metropolitano incorpora un sistema de frena denominado ACR que permite recuperar la energía del frenado para reutilizarla posteriormente durante la marcha. Además, el sistema MLG de carril enchaquetado corrige posibles problemas de contaminación acústica y el sistema de plataforma reservada le aporta seguridad, rapidez y eficacia. En cuanto a su convivencia con el resto del tráfico, el sistema de prioridad en regulación de semáforos detectan la proximidad o presencia del metro ligero y envían una señal a los semáforos impidiendo el tránsito del resto de vehículos y peatones.
La seguridad en caso de accidente completan el panorama de un medio de transporte sostenible, accesible y fiable. El plan de protección determina la forma de actuación de todos los operativos que intervienen en caso de accidentes, rescates o evacuaciones. Para comprobar su efectividad, a lo largo de su construcción se han organizado simulacros que han permitido comprobar el funcionamiento del metro ante la posibilidad de casos reales.