La consejera de Hacienda y Administración Pública, María Jesús Montero, ha reivindicado en Sevilla la equidad y la lealtad como principios que deben presidir el nuevo sistema de financiación autonómica, con el fin de que "contribuya a la redistribución de rentas, a la convergencia y al desarrollo de los territorios dentro de sus identidades e inquietudes".

Así se ha manifestado en la clausura de la jornada sobre financiación autonómica y local que ha organizado la Cátedra Rafael Escuredo de estudios sobre Andalucía de la Universidad de Almería. Durante su intervención, Montero ha defendido que un modelo de financiación autonómica debe minimizar "el impacto que tenga sobre nosotros las cosas que no elegimos, como el lugar de nacimiento".

En este sentido, ha indicado que la equidad es un principio que va más allá de la solidaridad y la mera redistribución territorial, ya que la solidaridad puede entenderse como un acto de generosidad vertical mientras que la equidad aborda un reparto horizontal. "Si creemos en una sociedad igualitaria, en la que el que más tiene contribuye en mayor medida para equilibrar la situación del que menos tiene, debemos reivindicar la equidad, porque no olvidemos que contribuyen las personas y no los territorios", ha subrayado.

En alusión al "desafío catalán" y al "retroceso de la democracia" sobre el que alertan algunos estudios, la consejera se ha referido a la "encrucijada" que vive la sociedad actual donde la ciudadanía muestra su desconfianza por las instituciones políticas que no dan respuesta a sus necesidades. A su juicio, la crisis ha venido acompañada de políticas desmanteladoras del Estado de bienestar y es necesario recuperar la agenda social que se ha abandonado, a través de la reforma de un modelo de financiación que ha propiciado "que muchos se queden en la cuneta". "O se suturan las brechas sociales y se recupera la confianza o seguirán teniendo cabida las ideas xenófobas y separatistas que hoy escuchamos con indignación", ha manifestado.

Montero ha apuntado a que la salida es "más España, pero no la España que se esconde tras las banderas y la visión centralista, sino una España equitativa y leal, donde la configuración económica contribuya a la redistribución de rentas, a la convergencia, al desarrollo de los territorios dentro de sus identidades e inquietudes".