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Un total de 1.200 supervivientes de la violencia machista, 618 mujeres y 582 menores y personas dependientes a su cargo, han recibido desde enero hasta finales de junio protección, un hogar seguro y una atención integral (psicológica, jurídica, sociolaboral....) en la red de centros del Servicio Integral de Atención y Acogida a Mujeres Víctimas de Violencia de Género del Instituto Andaluz de la Mujer (IAM).
De acuerdo con el balance semestral de este servicio, Almería ha atendido a 91 personas (52 mujeres y 39 menores); Cádiz a 146 (74 mujeres y 72 dependientes); Córdoba a 108 víctimas (60 mujeres y 48 menores); Granada a 185 (89 mujeres y 96 dependientes); Huelva a 114 víctimas (69 y 45, respectivamente): Jaén a 140 personas (67 mujeres y 73 menores); Málaga a 151 (76 mujeres y 75 dependientes) y Sevilla a 265 personas (131 y 134).
La Junta de Andalucía tiene como prioridad la recuperación integral de las víctimas de violencia de género, más allá de su protección y seguridad, consciente de que la autonomía y la estabilidad psicosocial resultan imprescindibles para impulsar su autoestima, su integración social y la recuperación de una vida normal, independiente y libre de violencia. En esta línea, el Servicio Integral de Atención y Acogida del IAM, que funciona en Andalucía desde hace 18 años, ha sido referente nacional por su modelo de gestión.
La red cuenta con 34 centros de atención y acogida, de los que 9 son centros de emergencia -que dan cobertura inmediata a las necesidades de protección y seguridad de las víctimas-, 8 casas de acogida compuestas por 52 pisos -que, además de acogida, proporcionan las herramientas sociales, psicológicas y jurídicas indispensables para salir de la violencia, con una estancia inicial de alrededor de tres meses-, y 17 pisos tutelados -viviendas independientes para uso familiar, ubicadas en edificios y zonas normalizadas, destinadas temporalmente a favorecer la autonomía de las mujeres, una vez que han pasado por los otros dos recursos-.
El servicio tiene un equipo de personas profesionales que trabajan de manera multidisciplinar con las víctimas, ofreciéndoles terapia psicológica, asesoramiento y acompañamiento jurídico, orientación laboral y apoyo social. El servicio incluye además un programa de becas anuales para la formación a distancia de mujeres acogidas, con el objetivo de mejorar su empleabilidad y nivel de autonomía. Junto a ello, la red desarrolla diversos programas para la atención integral a las y los menores (a nivel psicológico, lúdico, escolar,...) para su plena adaptación al nuevo entorno en el que viven y su total recuperación psicosocial, con el fin de minimizar las secuelas de la violencia machista sufrida durante la infancia.