El Gobierno andaluz promoverá la aprobación de una nueva Ley de Función Pública de la Junta de Andalucía que "siente las bases de una administración cada vez más moderna, eficaz y profesional". Así lo ha manifestado el consejero de la Presidencia, Administración Pública e Interior, Elías Bendodo, quien ha comparecido esta tarde en la Comisión de Presidencia, Administración Pública e Interior del Parlamento autonómico, donde ha apuntado que, la actual ley "es de 1985", esto es, está en vigor desde hace 34 años, y aunque se ha modificado desde entonces "son muchas las voces que han pedido que se actualice".

Bendodo ha defendido la necesidad de articular una "administración pública eficiente y despolitizada que esté al servicio de los ciudadanos y no de ningún partido político", consciente de que esas fronteras "muchas veces se han confundido en los últimos años". Para el consejero, la Junta ha de ser "una administración independiente desde la que se trabaje para todos los andaluces".

El titular de la Consejería de la Presidencia ha dejado claro en la Cámara que "los funcionarios cuentan" con el "total respaldo" y el "agradecimiento" del Ejecutivo regional por la labor que desarrollan. "Conviene recordar que son ellos los únicos que deben ejercer las potestades públicas dentro de la administración y los atajos, como lamentablemente se ha comprobado en casos que están en la mente de todos nosotros de épocas pasadas, sólo han servido para el bochorno de los andaluces", ha sostenido.

Junto al impulso de la mencionada norma, el Gobierno autonómico trabajará con el objetivo de "clarificar y agilizar los procesos de oposiciones para el acceso al empleo público", de acuerdo a lo avanzado por el consejero en la comisión del Parlamento. "Hay que acabar con la distorsión que generan los plazos entre la publicación de las ofertas públicas de empleo y la adjudicación de la plaza", ha afirmado, para añadir que hay que hacerlo, no sólo "por el bien de los opositores", sino también para un óptimo "funcionamiento de la propia administración". Desde esa perspectiva, se tratará de que las convocatorias y su desarrollo se ajusten a las necesidades reales del momento y se resuelvan en tiempo y forma.

En el horizonte legislativo del Ejecutivo del cambio se encuentra también la aprobación de un proyecto de Ley para la coordinación de las Policías Locales y otro para la coordinación de los Bomberos y Protección Civil de Andalucía.

Bendodo ha explicado en el órgano parlamentario la estructura de las consejerías, de la administración central de la Junta y de la periférica, "tan importante como la central", que se ha aprobado en el Consejo de Gobierno "con rigor" y "buscando criterios de eficacia y ahorro". "Los números están ahí: una reducción de altos cargos del 13 por ciento en consejerías y de un 12 por ciento de las provincias. Más de 6,5 millones de euros menos que van a pagar los andaluces. Se puede hacer más con menos, lo estamos haciendo y lo vamos a hacer durante toda la legislatura", ha garantizado.

En concreto desde Presidencia, de acuerdo a lo expuesto por el consejero, se prestará "una asistencia horizontal a todo el entramado que conforma la administración de la Junta de Andalucía". "Coordinar la acción de un Gobierno en el que hay tantas expectativas es una tarea fundamental en la que vamos a poner todo nuestro empeño", ha confirmado Bendodo, quien ha insistido en que el diálogo y el entendimiento serán una constante en su departamento, sin excluir a nadie de partida. De hecho, ha señalado que se producirán "no sólo hacia dentro", sino también hacia fuera, dado que "las sociedades abiertas y plurales" como la andaluza "exigen un continuo intercambio de opiniones" que se propone "practicar".

Otra de las bases que ha dejado sentada durante su intervención en la comisión parlamentaria es que el nuevo Gobierno regional será, sin duda, "reformista", tal y como se comprometió el presidente Juanma Moreno en el que discurso de investidura que pronunció en la Cámara.

Bendodo ha reiterado que el andaluz es un Ejecutivo "único", pese a estar sostenido por dos partidos, PP y Ciudadanos (Cs), que tiene "vocación de continuidad hasta el final" porque tiene una "agenda del cambio" a implantar y cumplir a lo largo de la undécima legislatura.