La Consejería de Agricultura, Ganadería, Pesca y Desarrollo Sostenible ha puesto en conocimiento del Consejo de Gobierno la evaluación del proceso de cálculo de su huella de carbono, por lo que se convierte en la primera consejería de la Junta de Andalucía en medir su impacto ambiental. Se trata de un hito por parte de la Administración andaluza como consecuencia de una actitud proactiva y de liderazgo a nivel autonómico con la adopción de diferentes iniciativas. La Consejería pretende también que esta iniciativa sirva de ejemplo y estímulo, tanto para administraciones públicas como para empresas, como primer paso para tomar conciencia de la contribución que cada organización hace en la lucha contra el cambio climático.

De esta forma, la Consejería de Agricultura, Ganadería, Pesca y Desarrollo Sostenible ha procedido a medir sus emisiones de gases de efecto invernadero, lo que ha conllevado el diseño de un plan de reducción que constituye su propia hoja de ruta hacia la neutralidad climática. Al mismo tiempo, ha llevado a cabo su primer plan de reducción de carácter trianual, que se enmarca en las actuaciones de mitigación y transición energética para el horizonte 2021-2030, en consonancia con el Plan Andaluz de Acción por el Clima, actualmente en fase de información pública.

A través de estas medidas, se inicia un proceso de mejora continua que implica abordar, entre otras acciones, medidas de ahorro y eficiencia energética (MAES) y la incorporación, de manera gradual, de fuentes de energías renovables, así como acciones relacionadas con movilidad sostenible.

En lo que respecta a su cálculo, se ha llevado a cabo sobre las emisiones correspondientes al ejercicio 2019, que será considerado como año base. De la información obtenida se desprende que, respecto a los datos de consumos energéticos declarados en la fase de inventario, son los consumos eléctricos los que generan una mayor cantidad de gases de efecto invernadero, representando cerca del 80% del total de las emisiones. No obstante, desde finales de 2019 la Consejería ya consume energía de origen renovable.

Esta auditoría de huella de carbono incluye, además, dos análisis adicionales para evaluar la distribución de las emisiones de gases de efecto invernadero según provincias y áreas competenciales, distinguiendo, en este sentido, entre el área de agricultura, ganadería y pesca y la dedicada a desarrollo sostenible. Asimismo, se ha optado por reflejar de manera independiente la huella de carbono de dos espacios singulares: el Parque Nacional de Doñana y el Parque Nacional de Sierra Nevada.

Inscripción de la Huella de Carbono en los registros oficiales

Además, la Consejería ha solicitado la inscripción de su huella de carbono en los registros públicos de ámbito regional y estatal, en concreto en el Sistema Andaluz de Compensación de Emisiones (SACE), que tiene régimen voluntario y que está gestionado por la Junta de Andalucía y también en el Registro de Huella de Carbono, Compensación y Proyectos de Absorción de Dióxido de Carbono, gestionado por el Ministerio para la Transición Ecológica y el Reto Demográfico.

Para dar a conocer los resultados obtenidos se ha elaborado un Informe divulgativo de Huella de Carbono 2019 donde son recogidos y presentados todos los datos y donde se incluyen, además, propuestas de mejora para el cálculo en futuras auditorías.