La consejera de Empleo, Formación y Trabajo Autónomo, Rocío Blanco, ha destacado del proyecto de ley de presupuestos correspondiente a su departamento la apuesta que se realiza por la Formación Profesional para el Empleo, que en el capítulo destinado a trabajadores desempleados registra uno de los mayores incrementos con un 31,6% hasta alcanzar los 187,35 millones, mientras que las políticas globales destinadas a formación alcanzan los 244,9 millones concentrando casi uno de cada cinco euros de las cuentas de la Consejería.

Durante su intervención en los Encuentros Informativos de Europa Press celebrados en Málaga, Rocío Blanco ha recordado la apuesta del actual gobierno por reactivar la Formación Profesional para el Empleo con un nuevo modelo, que ha supuesto que en 2021 ya hayan participado en alguna acción formativa más de 12.100 trabajadores, y para 2022 supone la segunda política con mayor peso presupuestario tras los incentivos al empleo.

Junto al gasto público previsto para trabajadores en desempleo, la consejera también ha mencionado el destinado a trabajadores ocupados, con 22,35 millones lo que supone un aumento del 8,2% anual. Y el presupuesto recupera igualmente una inversión importante en becas formativas, con 9 millones.

Algunas actuaciones formativas que se desarrollarán en 2022 corresponden a programas que ya están en marcha, entre los que la consejera destacó el de Hostelería y Turismo, Andaluces Digitales, construcción o Docencia para la Formación. Igualmente, hay licitaciones de programas que han avanzado durante 2021 que se empezarán a desarrollar en 2022, como el destinado a menores de 30 años (4,1 millones), el del sector aeroespacial (1,53 millones); competencias en inglés (3,3 millones) o Emprende con Formación (3,94 millones).

Nuevos programas formativos

Con respecto a nuevas acciones formativas, la consejera citó nuevas licitaciones en materias como competencias clave, docencia para la formación, transformación digital, economía verde, formación dirigida a personas con discapacidad o programas específicos para desempleados de carácter provincial.

A esto se sumarán actuaciones ligadas al Mecanismo de Recuperación y Resiliencia, y programas destinados a las entidades públicas, entre los que Rocío Blanco ha incluido una nueva convocatoria con 50 millones del programa Empleo y Formación que ha sustituido a las escuelas taller y talleres de empleo, así como actuaciones para colectivos con dificultades de inserción con 20,9 millones.

Empleo joven

Entre las prioridades del presupuesto de Empleo, la consejera ha situado la atención a los jóvenes, cuya situación en el mercado laboral ha agravado la pandemia, y se prevé aplicar distintas actuaciones que permitan "con los medios a nuestro alcance, la generación de empleo estable y mejorar la calidad del que se genera, mediante el establecimiento de incentivos dirigidos a la creación de empleo indefinido".

Así, Rocío Blanco ha subrayado que van a destinarse 90,51 millones a la puesta en marcha de un incentivo para la recuperación y creación del empleo estable en Andalucía consistente en ayudas a la contratación con carácter indefinido de personas desempleadas tanto a tiempo completo como a tiempo parcial, una ayuda que verá incrementada su cuantía inicial cuando la contratación se realice con una persona joven de hasta 30 años.

Igualmente, la consejera explicó la puesta en marcha de un programa para la activación del empleo joven en Andalucía dotado con 120 millones de euros, y dirigido a mejorar la empleabilidad y las oportunidades laborales de los jóvenes andaluces a través de la experiencia profesional y la adquisición de competencias prelaborales.

Estas actuaciones se desarrollarán dentro del capítulo que más inversión concentra en los presupuestos, según apuntó la consejera, que serán los incentivos al empleo con 604,56 millones, que también recogerán un programa de contratación en prácticas en las administraciones (29,1 millones); programas de investigación en instituciones o empresas (38,8 millones); fomento de empleo de la mujer, principalmente en el entorno rural y urbano, y la incorporación de la transversalidad de género en las políticas activas (16,3 millones) y acciones para el reequilibrio y la equidad con el apoyo a microempresas y al emprendimiento (43,3 millones) o a colectivos más vulnerables (40,2 millones).