Las ventas de la industria andaluza crecieron en enero un 4,5% respecto al mismo mes del año anterior, según refleja el Índice de Cifra de Negocios en la Industria de Andalucía (ICNI), corregido de efectos estacionales y de calendario, que publica el Instituto de Estadística y Cartografía de Andalucía (IECA). En términos brutos, el crecimiento fue del 4,8%.

La consejera de Economía, Hacienda y Fondos Europeos, Carolina España, ha destacado la fortaleza del sector industrial andaluz, que, pese a una coyuntura económica de enorme dificultad, muestra unos datos de facturación muy importantes, que corroboran el mayor peso relativo en el PIB andaluz que va ganando la industria.

Los últimos datos del Índice de Cifra de Negocios en la Industria de Andalucía ponen de manifiesto que los productos más demandados han sido los bienes de equipo (con un crecimiento del 17,9%) y los bienes de consumo (12,2%), si bien disminuyó en bienes intermedios un 5,3%. Asimismo, la industria extractiva creció en enero un 4,1% interanual, mientras que la manufacturera lo hizo un 4,5%.

Por otra parte, la cifra de negocios del sector Servicios, también corregida de efectos estacionales y de calendario, experimentó en enero un crecimiento interanual del 15,9%, lo que se sitúa 3,7 puntos por encima de la media nacional (12,2%).

Así, se han obtenido crecimientos del 2,6% en el índice general, del 5% en comercio y del 1,8% en otros servicios. También destacan la Hostelería, con una tasa interanual de cifra de negocio del 33,7% (en España del 26,8%), y las actividades profesionales, científicas y técnicas, con una tasa interanual de cifra de negocio del 24,1% (del 13,8% en España).

El Índice de la Cifra de Negocios de la Industria mide la evolución de la actividad de las empresas que forman parte del sector industrial en Andalucía a partir de sus cifras de negocios, es decir, de su facturación en términos monetarios, por la venta de bienes y prestación de servicios industriales a terceros.

Los datos se corrigen de efectos estacionales que se producen en determinados periodos del año y que pueden distorsionar su análisis, para que las series sean comparables, como por ejemplo el inicio del curso escolar o los periodos vacacionales. Asimismo, se corrigen los efectos del calendario teniendo en cuenta la variación de la productividad debida a las diferentes estructuras de los meses como el número de días hábiles en el mes o fiestas móviles como la Semana Santa, entre otros.