Un menor se aplica protector solar.
La Dirección General de Consumo de la Junta de Andalucía indica, en el marco del Día Europeo de la Prevención del Cáncer de Piel, la importancia de de leer el etiquetado de los productos de protección solar frente a los efectos nocivos del sol, principal causante del cáncer de piel.
En este sentido, es esencial volver a recordar la aplicación de fotoprotección en la piel es fundamental ante la exposición a la luz directa del sol, especialmente, para la defensa ante la radiación ultravioleta B (UVB), que es la más nociva al afectar a las capas más superficiales de la piel y la principal responsable de las quemaduras, además de la radiación ultravioleta A (UVA).
En este sentido, no existen ningún producto que ofrezca una protección total frente al UVA o UVB. Esta información debe aparecer en el etiquetado, y está prohibida el empleo en él o en el propio envase de expresiones como 'bloqueante solar', 'protección/pantalla total' o que se sugiera que no es necesario repetir la aplicación del producto, con expresiones como 'prevención durante todo el día'.
En este sentido, Consumo recomienda adquirir un nuevo fotoprotector para este verano. Al igual que ocurre con los cosméticos, estos productos tienen un periodo de vida útil una vez abiertos. Este valor es el conocido como PAO (siglas de 'Period After Opening', o 'Periodo después de abrirse'), y se detalla con un cifra, incluida en la representación de un tarro con la tapa abierta, que indica el máximo número de meses que debe emplearse. Así, si el PAO indica '12M', significa que el producto, una vez abierto, será eficaz durante ese periodo de 12 meses.
Las instrucciones de empleo de los productos deben señalar expresamente que deben aplicarse antes de la exposición al sol, y que su uso debe repetirse con frecuencia, especialmente, después de sudar, darse un baño o secarse.
Asimismo, se debe advertir en las precauciones que, aunque se utilice protección, las personas no deben exponerse al sol durante un periodo prolongado, al igual que debe evitarse la luz solar directa en menores y en bebés. En definitiva, la exposición excesiva a la luz del sol es un peligro importante para la salud.
El Factor de Protección Solar (FPS)
El Factor de Protección Solar (FPS) mide el nivel de protección frente a la radiación UVB. La eficacia de estos productos debe detallarse en el etiquetado mediante categorías: 'baja' (factor de protección indicado en la etiqueta, entre 6 y 10), 'media' (factor entre 15 y 25), 'alta' (entre 30 y 50), y 'muy alta' (factor indicado en la etiqueta mayor a 50 o +50).
También es aconsejable adquirir un protector solar en función de la parte del cuerpo en la que se vaya a aplicar y teniendo en cuenta el fototipo de piel, desde el 1 (I) al 6 (VI), es decir, desde las pieles más blancas y, por tanto, más sensibles a la radiación, hasta las más oscuras o menos sensibles, además de la edad y las circunstancias de la exposición. Las pieles más claras necesitarán un factor de protección más alto.
De igual forma, algunas ideas sobre el bronceado y la utilización de las cremas solares son absolutamente falsas, como, por ejemplo, el que el bronceado es saludable y protege del sol. Igualmente, no es cierto que en días nublados no sea necesario atender a la radiación solar o que durante el invierno no es peligrosa. Finalmente, tampoco es verdad que las cremas solares nos permitan tomar el sol durante más tiempo, que si no se siente calor en la piel o si se toman descansos periódicos en la exposición no aparecerán quemaduras, o que al aplicar múltiples capas de protector solar se multiplica también el factor de protección.