El consejero de Turismo, Cultura y Deporte, Arturo Bernal, ha participado en el acto de inicio de las obras de la Catedral de Málaga, que restaurará sus cubiertas mediante una intervención promovida por el Arzobispado y en la que participa el Gobierno andaluz, junto al Ayuntamiento y la Diputación malagueños y la Fundación Unicaja. La aportación de la Junta de Andalucía, que será de 5,3 millones, se realizará a través de fondos FEDER. Al acto han asistido, además, la consejera de Economía, Hacienda y Fondos Europeos, Carolina España, el presidente de la Diputación de Málaga, Francisco de la Torre, el alcalde malagueño, Francisco de la Torre, el obispo de Málaga, Jesús Catalá, y el deán-presidente del Cabildo de la Catedral, José Manuel Ferrary.

Bernal ha señalado que "el patrimonio histórico, artístico y documental de la Iglesia Católica constituye una parte muy importante del acervo y la tradición cultural de Andalucía y mantener ese ingente patrimonio no es tarea fácil y sí muy costosa". Ante la situación que presentaba la Catedral, "urgía dar un paso adelante y actuar. Y eso es lo que el Gobierno andaluz ha hecho, porque tenemos claro nuestro compromiso con la ciudadanía y con Andalucía para salvaguardar un tesoro que es patrimonio de todos".

La intervención en la Catedral, declarada Bien de Interés Cultural, permitirá acabar con los problemas persistentes de filtraciones de lluvia. "Hoy es un día histórico para la ciudad de Málaga, que ha sido posible gracias a un acuerdo necesario y deseable entre las administraciones públicas y la iniciativa privada", ha concluido Bernal.

La Catedral reanuda sus obras cuando están a punto de cumplirse 500 años del inicio de su construcción, que comenzó en 1525 y se dio por finalizada en 1.782. La actual cubierta aterrazada de la catedral, con una enorme superficie casi plana, sin apenas pendiente ni escalonamientos en las alturas, estaba produciendo numerosas filtraciones y humedades sobre el techo catedralicio, deteriorando los elementos constructivos de su interior.

La Catedral Basílica de la Encarnación de Málaga es una de las joyas renacentistas más valiosas de Andalucía y posee una síntesis de estilos arquitectónicos entre los que prevalece el Renacimiento sobre el primer Gótico de la antigua fábrica y los elementos barrocos añadidos desde principios del siglo XVIII. Posee una planta rectangular de tres naves con capillas laterales en todo el perímetro de la iglesia, salvo los pies, con crucero sensiblemente resaltado, girola y ábside poligonal

De su interior destaca su majestuosa Capilla Mayor, obra de Diego de Vergara de 1541. El resto del interior está cubierto por espectaculares bóvedas vahídas decoradas con grutescos y palmas, donde se montan nuevos pilares sobre los ya existentes en el centro del templo para ganar altura. En cuanto al arte mueble, destaca la obra escultórica del coro, con 42 tallas realizadas por Pedro de Mena y dos magníficos órganos que cuentan con más de 4.000 tubos, raros ejemplares del siglo XVIII que aún se conservan en buen uso.

Por su singularidad, tanto artística como histórica, la Catedral de Málaga fue declarada Monumento Histórico Artístico por Decreto de 3 de junio de 1931. En virtud de la disposición adicional primera de la Ley 16/1985, de 25 de junio, del Patrimonio Histórico Español, pasó a tener la consideración de Bien de Interés Cultural y, en aplicación de la disposición adicional tercera de la Ley 14/2007, de 26 de noviembre, del Patrimonio Histórico de Andalucía, está inscrita como Bien de Interés Cultural en el Catálogo General del Patrimonio Histórico Andaluz.

La Consejería de Turismo, Cultura y Deporte firmó en noviembre de 2023 un protocolo junto a la Diputación de Málaga, el Ayuntamiento y el Cabildo de la Catedral, con el objeto de establecer el marco de colaboración para articular la cooperación técnica y financiera que permitiera llevar a cabo la ejecución de las obras definidas en el proyecto básico y de ejecución de intervención en las cubiertas de la Catedral.