El consejero de Economía y Conocimiento, Antonio Ramírez de Arellano, ha reclamado una "revisión urgente del sistema de financiación autonómica, porque lo que está en juego es la financiación de los servicios públicos y su potencial de distribución de la riqueza", y ha subrayado que es Andalucía la comunidad autónoma que más redistribuye.

Ramírez de Arellano, que ha comparecido en la comisión de Economía del Parlamento andaluz, ha señalado que el déficit en la financiación autonómica, la falta de inversiones del Gobierno central y un Fondo de Compensación Interterritorial "insignificante" impiden la convergencia de la comunidad autónoma con el resto del país y la UE, añadiendo que durante los últimos años "se han constatado incrementos de las desigualdades preocupantes".

El titular andaluz de Economía ha defendido la necesidad de "revertir las divergencias económicas y garantizar la cohesión en un país donde la igualdad de oportunidades y la equidad deben ser un lazo que nos una". En este sentido, ha valorado la disposición de los partidos políticos andaluces a dialogar sobre la reforma del actual sistema, que ha quedado obsoleto ante el cambio de circunstancias, añadiendo que "la senda del consenso es la correcta" para lograr un acuerdo al respecto. "Creo que todos los partidos tenemos algo que decir en un momento como éste, en el que están en riesgo muchas de las cuestiones en las que hemos sustentado nuestra convivencia en el pasado, como consecuencia de dificultades económicas que hemos tenido que sortear de la mejor manera que hemos podido", ha añadido.

Así, el consejero ha reivindicado la necesidad de "corregir las desviaciones en la dotación per cápita" entre las comunidades que más y menos reciben. Ha explicado que las diferencias de dotación han pasado de cifras "que podían ser tolerables cuando se inició el sistema -400 euros por persona- a más de 800 euros por persona, algo muy grave", dado que las comunidades autónomas dedican más de un 80% de sus fondos a sostener los servicios públicos, que garantizan la redistribución de la riqueza".

Mantener el sistema actual de financiación supone "acumular retrasos" en la percepción de recursos, algo "especialmente negativo en el caso de Andalucía y tiene un coste real sobre la convergencia entre territorios". A este respecto, ha recordado que un reciente estudio del Instituto de Estudios Fiscales, dependiente del Ministerio de Hacienda, sobre el efecto de las políticas públicas sobre las condiciones de vida de los ciudadanos constata que Andalucía es la región que más redistribuye la renta. Y lo hace a través de sus políticas sociales de Sanidad, Educación y Servicios Sociales, que tienen un efecto igualador, a las que dedica el 85% de su presupuesto, mientras el 15% restante se dedica también a políticas de reequilibrio entre provincias.

Inversiones y PIB

El consejero ha explicado que las componentes que permiten el crecimiento del PIB en un contexto de restricción económica como el impuesto por el Gobierno central es la balanza exterior y las inversiones, con fondos regionalizables y el Fondo de Compensación Interterritorial (FCI), cuya aportación ha sido "insignificante en los últimos ejercicios".

El consejero de Economía asegura que si el Gobierno hubiera invertido en Andalucía lo que está obligado por ley, la economía andaluza hubiera superado la media de España en crecimiento. Ramírez de Arellano ha reclamado que la inversión estatal en Andalucía se realice teniendo en cuenta su población, tal como marca el Estatuto de Autonomía y no el PIB -criterio utilizado por el Gobierno central- dado que es "fundamental para mejorar los indicadores de convergencia".

Por tanto, "un componente fundamental del retraso en la evolución del PIB andaluz es debida a la falta de inversiones públicas previstas". Así, en los últimos cinco años (2012-16) Andalucía acumularía 980 millones en inversiones regionalizables que no habría recibido por el criterio de población. Eso supone una pérdida del PIB del 0,67%, cuando la diferencia respecto a España en esos cinco años ha sido de 0,6%. Con estos datos en la mano, Andalucía habría crecido un punto por encima de la media española en estos últimos cinco años si hubiera recibido las inversiones que le corresponden. En cuanto al año en curso, con un recorte adicional de 400 millones no consignado en inversiones, supone un varapalo del 0,92% del PIB andaluz.

El Gobierno central tiene que tener entre sus prioridades la convergencia interterritorial, que "no se está produciendo" y advierte que "las diferencias generan tensiones que dan lugar a situaciones indeseables".

En este sentido, el titular andaluz de Economía ha señalado que los datos del PIB per cápita reflejan estas diferencias, con País Vasco, Madrid o Navarra, duplicando el indicador respecto a Andalucía o Extremadura, y ha recordado que en los periodos de expansión la situación relativa de las comunidades autónomas se ha mantenido mientras que, en los de recesión, la convergencia con la UE "ha empeorado".

El consejero también ha criticado las medidas de austeridad que han conducido a una devaluación interna en España, con una reforma del mercado laboral que en la actualidad "impide" la subida de salarios. Así, ha recordado que las medidas de contención del gasto se han centrado en comunidades autónomas y en ayuntamientos, llegando a impedir que los municipios inviertan su superávit, deprimiendo el gasto público. Unas medidas que ha instado al Gobierno a cambiar.