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Cómo hemos cambiado en 40 años de autonomía

Los andaluces somos hoy más y más viejos que el año del referéndum; pero también estamos mucho mejor formados y disfrutamos de una mayor calidad de vida

28/02/2020

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En 1980, Andalucía tenía 6,41 millones de habitantes, cuya edad media era de 31,94 años. Entonces, la esperanza de vida al nacer era de 74,63 años y la tasa de mortalidad infantil era de 13,11 niños menores de un año fallecidos por cada mil niños nacidos, aproximadamente la que en la actualidad tienen países como Colombia, Jordania, Siria o Armenia.

Cuatro décadas después, la población andaluza ha crecido un 31% hasta alcanzar los casi 8,39 millones de personas. La edad media de los andaluces de 2020 es 41,56 años, casi diez más que hace cuarenta años, y la esperanza de vida también es mayor: 81,84 años. Además, la tasa de mortalidad infantil se ha reducido un 76%, hasta situarse en 3,14.

Todos estos datos y otros muchos se pueden consultar en la página web del Instituto de Estadística y Cartografía de Andalucía (IECA).

En este tiempo, la densidad de población ha aumentado un 30% desde los 73,6 habitantes por kilómetros cuadrados hasta los 95,7. Y la población inmigrante en Andalucía ha pasado de 23.500 personas a unas 621.400. Es decir, se ha multiplicado por más de 26.

Datos económicos

Hay datos económicos que ayudan a comprender los enormes cambios experimentados por Andalucía desde 1980. Por ejemplo, el de consumo de energía eléctrica, que en 2020 es tres veces y media más alto que en el año del referéndum, cuando en Andalucía se consumían 9,7 millones de megavatios a la hora, frente a los casi 35 millones de megavatios por hora de la actualidad.

Los datos relacionados con el turismo han crecido también exponencialmente. Sólo a modo de ejemplo, reseñar que en 1980 llegaron a Andalucía 4,7 millones de pasajeros en avión, frente a los 28,6 millones que lo hicieron en 2018 (último dato disponible en la web del IECA). En el año del referéndum, los pasajeros extranjeros (2,1 millones) representaban el 45,6% del total. Y en la actualidad (20,74 millones en 2018) son el 72,61%.

Algunos de los cambios más importantes experimentados en Andalucía en los últimos 40 años se observan en el mercado de trabajo y en el nivel de formación de los andaluces. Con una población mayor y más vieja, la tasa de actividad (el número de personas trabajando en relación con la población activa) ha aumentado más de 11 puntos, al pasar de 45,50 en 1980 a 56,88 al final de 2018, que es el último dato registrado en la página del IECA. Y es especialmente significativo el caso de las mujeres, cuya tasa de actividad ha pasado del 20,22 al 50,10 en este periodo.

Convergencia pendiente

Sin embargo, el diferencial del paro con respecto al conjunto de España no sólo no ha disminuido en este tiempo, sino que, pese al incremento significativo de la población activa, en estos cuarenta años ha aumentado, por lo que la ansiada convergencia aún no se ha producido. Según datos de la Encuesta de Población Activa (EPA), el diferencial del paro en Andalucía con respecto al resto del país era en 1980 de 5,6 puntos, que han crecido hasta los 7 puntos en 2019. En el tercer trimestre de 2018, el diferencial de paro de Andalucía con respecto al conjunto de España llegó a estar en el 8,3%.

También se han producido cambios importantes en la distribución del empleo. Han caído en términos absolutos de forma considerable los trabajadores del sector agrícola, que han pasado de 400.000 a sólo 250.000. Y se han mantenido en términos similares, pese al incremento de la población, los de la construcción y los de la industria. Sin embargo, los trabajadores del sector servicios se han triplicado en estas cuatro décadas, pasando de 792.000 a 2.307.000.

Hay que interpretar en términos muy positivos, por último, los datos referidos a la formación de los andaluces. La población analfabeta se ha reducido de casi 674.000 personas en 1980 a menos de 193.000 en 2018. Y en el mismo periodo, el número de personas con formación superior finalizada, por el contrario, se ha multiplicado para pasar de 233.500 a 1.671.900 al cumplirse cuarenta años de la autonomía andaluza. Además, este cambio ha sido especialmente significativo en el caso de las mujeres, que en 1980 eran sólo el 34,4% de las tituladas superiores y en la actualidad representan el 52,4%.