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Medio Ambiente obsoleto

Bravo defiende las condiciones de Andalucía para "liderar la transición energética" en España

El consejero de Hacienda, Industria y Energía califica el nuevo modelo como "asunto de Estado" y "así debe tratarse"

El consejero de Hacienda, Industria y Energía, Juan Bravo, ha desgranado en el Parlamento de Andalucía las claves de la estrategia energética del nuevo Ejecutivo que van en consonancia con los objetivos que se marca Europa en su compromiso hacia un nuevo modelo de transición energética basado en pilares como la eficiencia energética, la mayor participación de las energías renovables y un mercado de la energía más integrado e interconectado. "Andalucía cuenta con las condiciones endógenas para liderar esta transición; debemos estar coordinados y unidos a la hora de defender nuestros intereses ante el Gobierno de España. Es el momento de pedir no más que nadie, sino simplemente lo que nos corresponde", ha señalado Bravo.

En la Comisión de Hacienda, Industria y Energía, el consejero ha apuntado que la transición energética "no es una cuestión de uno u otro partido, ni de que una u otra comunidad autónoma haga mejor los deberes que las demás, sino que es un asunto de Estado y como tal debe ser tratado", en línea con el mensaje que trasladó en la reunión que mantuvo en Madrid con Teresa Ribera, ministra para la Transición Ecológica, a finales de mayo. En ese encuentro, el consejero le presentó las necesidades de Andalucía en materia de inversiones para reforzar las infraestructuras de la red de transporte eléctrico, una planificación para siete años diseñada para integrar al máximo los proyectos de energías renovables en el sistema eléctrico en condiciones de seguridad.

A lo largo de la legislatura, "vamos a mantener una plena disposición a colaborar para contar con un marco regulatorio estable, a largo plazo, que dé seguridad a los inversores y que contribuya a paliar los efectos del cambio climático y mejorar nuestra competitividad, disminuyendo nuestra excesiva dependencia de los recursos fósiles, con los que además no contamos", ha precisado Bravo.

El consejero ha subrayado que, si bien Andalucía se ha comprometido con los objetivos establecidos por la UE fijando a nivel regional unas metas más ambiciosas en materia de eficiencia energética y energías renovables, "la consecución de los objetivos marcados está aún muy lejos", de manera que ha abogado por abundar en las medidas que han resultado exitosas y reconducir la acción de gobierno anterior en aquellas otras cuestiones que presenten desviaciones.

En este sentido, ha aportado algunos datos de la la situación alcanzada en 2017 y el avance registrado en el ejercicio 2018 frente a los objetivos marcados por la estrategia en el horizonte 2020. Así, frente a la intención de reducir un 25% el consumo tendencial de energía primaria, en 2017 y 2018 se logró aminorarlo un 18%. Respecto a la meta de aportar el 25% del consumo final bruto de energía con renovables, en 2017 se alcanzó el 17,1% y en 2018 un 17,6%. Frente al objetivo de autoconsumir el 5% de la energía eléctrica generada con fuentes renovables, en 2017 y 2018 se consiguió alcanzar el 0,4%. Asimismo, respecto al 30% de descarbonización del consumo de energía respecto al valor de 2007, la situación refleja una mejora del 23% en 2017 y del 20% en 2018. Y finalmente, ante el objetivo de mejorar en un 15% la calidad de suministro energético, lo cosechado en 2017 se cifra en un 8% y en un 7,2% en 2018.

"Los resultados nos dicen que nos queda mucho trabajo por hacer, si bien lo positivo es que el consenso ya lo tenemos" para aplicar medidas tales como apoyar el desarrollo de infraestructuras energéticas que garanticen los suministros con un alto estándar de calidad y aprovechen los recursos autóctonos de Andalucía y reactivar sectores como la instalación de equipos de energías renovables y empresas de construcción sostenible, con grandes posibilidades de desarrollo y de mejora gracias a actuaciones en materia de rehabilitación energética de edificios, el urbanismo y diseño inteligente de las ciudades y barrios.

Asimismo, respaldar nuevos formatos de transporte y movilidad, la construcción y la edificación, tanto en los criterios de diseño de elementos edificatorios como en el uso de nuevos materiales, y fomentar la cultura social favorable a la protección y al buen uso de los recursos energéticos, así como a la formación especializada en materia de energía, tanto en los currículos académicos escolares, como universitarios y de formación profesional, ha destacado el consejero.

Unas líneas de actuación, ha concluido el consejero, que además de contribuir al cumplimiento de los objetivos energéticos atienden también a la necesidad de generar empleo y riqueza.