Los profesionales de la veterinaria que trabajan en el sistema sanitario público de Andalucía son fundamentales para la protección de la salud en ámbitos tan diversos como el control de mataderos y salas de despiece, la inspección de buques, el control de las zoonosis, la auditoría de empresas alimentarias, la inspección de establecimientos de restauración y minoristas de alimentación, el seguimiento de alertas alimentarias, así como la gestión en el ámbito de la seguridad alimentaria y ambiental.

En Andalucía hay 550 profesionales de estas características que velan diariamente por el cuidado de todos los andaluces, una labor que pone en valor la Dirección General de Salud Pública y Ordenación Farmacéutica coincidiendo con la celebración del Día Mundial de la Veterinaria 2022 que se celebra cada año el último sábado de abril, promovido por la Asociación Mundial de Veterinaria. El objetivo de esta efeméride es resaltar la labor que la profesión veterinaria desempeña en ámbitos tan diversos como la salud de los animales y su bienestar, la protección de la fauna silvestre y del medio ambiente, la investigación y en la protección de la salud pública, agrupando todas ellas bajo el enfoque 'una salud (One health).

Este año, el lema escogido es 'Fortalecimiento de la resiliencia veterinaria', vinculado a la capacidad de adaptación que la profesión veterinaria tiene, y que ha sido manifestada en los últimos años de crisis de salud provocada por el Covid-19.

La resiliencia de los profesionales veterinarios

Desde el inicio de la pandemia en marzo de 2020, los profesionales veterinarios adscritos a la Consejería de Salud y Familias mantuvieron su labor de control diario de la cadena alimentaria en Andalucía, considerándose como personal esencial. Se readaptó su trabajo para asegurar que éste no se dejara de hacer, previendo la posibilidad del impacto de la enfermedad en estos profesionales.

Además, a los controles ya establecidos, se sumó la labor de informar, asesorar y verificar que los establecimientos alimentarios se adaptaban a las medidas preventivas contra el Covid-19, en momentos en los que éstos eran los principales lugares de encuentro y contacto de la población andaluza, realizándose cerca de 4.000 controles semanales en los meses de confinamiento.

Otra capacidad adaptativa de estos profesionales fue su participación en el plan de control de las medidas preventivas en residencias de mayores andaluzas, con la participación de 20 profesionales veterinarios que realizaron visitas a las residencias para asesorar y poner en marcha sistemas de gestión de las medidas preventivas ante el Covid-19, basados en un autocontrol por los gestores de éstas.

Finalmente, el avance de la tecnología alimentaria; la mayor exigencia de los consumidores; la aparición de riesgos emergentes relacionados con patógenos zoonósicos, relacionados en muchos casos con el medio ambiente y, en consecuencia, con el cambio climático, requiere de los profesionales veterinarios de la Consejería de salud y Familias una capacidad de adaptación continua.