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31/10/2013
La esperanza de vida de los andaluces se ha prolongado casi siete años en tres décadas.

La esperanza de vida de los andaluces se ha prolongado casi siete años en tres décadas.

El número de defunciones, las causas de muerte y el índice de mortalidad infantil han evolucionado mucho en Andalucía desde que comenzara la Autonomía. Los avances de la sanidad y la calidad de vida en la comunidad han hecho que los andaluces vivan una media de casi siete años más. En general, siguen produciéndose más muertes de mujeres que de hombres, aunque ellas viven más de media que ellos. El Instituto de Estadística y Cartografía andaluz (IECA) se encarga cada año de cuantificar los decesos y sus causas, un trabajo que permite conocer cómo las condiciones del entorno afectan también a cuántos, dónde y de qué morimos en Andalucía.

¿Se ha preguntado alguna vez cuál será la mayor causa de mortalidad en andalucía? ¿En qué provincia mueren más personas? ¿Cuál es la edad media que vivimos? ¿Quién se encarga de contar cuántas personas mueren cada año? El Instituto de Estadística y Cartografía de Andalucía (IECA), dependiente de la Consejería de Economía, Innovación, Ciencia y Empleo, elabora trimestralmente las Estadísticas de Mortalidad, una labor que permite conocer actualmente de qué manera ha evolucionado la muerte en la comunidad y cómo en ella se reflejan los avances en los servicios sanitarios y en la sociedad.

Tomando como referencia de inicio de autonomía el año 1980 y los datos de 2012, último ejercicio completo disponible, se observa que actualmente fallecen más andaluces que hace unos treinta años. En concreto, en 1980 murieron 49.393 personas en Andalucía, mientras el pasado año lo hicieron 68.239, un 38% más. En este periodo, la población ha crecido aproximadamente un 31%, mientras que las defunciones lo han hecho en torno a 7 puntos más.

Este leve incremento en los fallecimientos se observa también en la Tasa Bruta de Mortalidad, que mide cuántas personas mueren por cada mil habitantes. En el año 1980 la tasa de mortalidad se situaba en 7,69, mientras que en 2012 alcanzó los 8,14, esto es, 0,45 puntos más.

Por provincias, en 1980 Huelva (9,25), Córdoba (8,30) y Jaén (8,01) eran las que registraban mayores tasas de mortalidad; mientras que Cádiz (6,94), Sevilla (7,40) y Málaga (7,43) eran las que menos. Con el paso de los años, las provincias donde fallecen más personas por cada mil habitantes siguen siendo las mismas, y en 2012 son Jaén (9,68), Córdoba (9,41) y Huelva (8,73); aunque se han producido algunas modificaciones en las que registran menor tasa de mortalidad: Almería (7,15), Málaga (7,49) y Sevilla (7,79).

Los andaluces viven seis años más

Sin embargo, los andaluces viven ahora más que hace tres décadas. La esperanza media de vida ha pasado de los 74,6 años en 1980 a 80,9 años en 2011 (último año de referencia), es decir, los andaluces vivimos actualmente una media de 6,3 años más que al comienzo del periodo autonómico.

Este dato presenta aún más diferencias si se tiene en cuenta por separado a hombres y mujeres. En general, ellas vivían y viven más años de media que ellos, aunque en el caso de los hombres se ha avanzado más.

En 1980, la esperanza de vida de las féminas rondaba los 77,6 años, mientras que actualmente se ha incrementado seis años más, hasta los 83,7. Frente a ello, los hombres vivían una media de 71,6 años en 1980, y ahora la esperanza de vida media ronda siete años más, hasta los 78,1.

Jaén, con 75,9 años; Córdoba, con 75,2; y Granada, con 75,2; son las provincias que en 1980 registraban una mayor esperanza de vida; mientras que Cádiz, con 73,6; Huelva, con 74; y Málaga con 74,3, eran las que tenían menos. Frente a ello, en 2011 son Córdoba (81,6), Málaga (81,2) y Granada (81,1) en las que la media de la población vive más años; y Cádiz (80,2), Sevilla (80,6) y Huelva (80,6) en las que se fallece con una edad media menor.

Por género, en 1980 eran Jaén (73,2), Granada (72,7) y Almería (72,6) las provincias con mayor esperanza de vida para los hombres, y en 2011 son Córdoba (78,7), Granada (78,7) y Málaga (78,5) en las que ellos fallecen más tarde.

En el caso de las mujeres, en 1980 las provincias con más esperanza de vida entre ellas eran Jaén (78,5), Córdoba (78,1) y Huelva (77,9), mientras que actualmente son Córdoba (84,5), Jaén (84) y Málaga (83,4).

Dónde fallece más gente

Por provincias, y comparando 1980 y 2012, Málaga y Sevilla son las que registran en términos absolutos un incremento mayor en número de decesos, 4.471 y 4.180 fallecimientos más que hace 32 años respectivamente. Este dato se explica fundamentalmente porque son las provincias más pobladas, puesto que la tasa de mortalidad en ambas provincias es de las más bajas. Por ello también son Jaén y Huelva, con 1.293 y 674 muertes más respectivamente, en las que se producen menos incremento en los fallecimientos en términos absolutos.

Sin tener en cuenta las ocho capitales de provincia, en términos absolutos en 1980 fueron los municipios gaditanos de Jerez de la Frontera (1.050), Algeciras (607) y La Línea de la Concepción (517) en los que se produjeron más decesos en Andalucía; y los almerienses Bentarique, Benitagla y Bayarque, con ninguna muerte registrada ese año, en los que menos personas fallecieron.

También en términos absolutos y sin considerar las capitales de provincia, en 2011 (último dato disponible por municipios) Jerez de la Frontera (1.474) y Algeciras (866), en la provincia de Cádiz, y Marbella (738), en Málaga, son los que registraron más fallecimientos. En este mismo ejercicio, la menor cantidad de decesos se produjo en 16 municipios en los que sólo hubo un fallecimiento, de los 7 son almerienses, 5 de Granada, 2 de Huelva y 2 de Málaga.

Diferenciando datos por género, las provincias más pobladas, Sevilla y Málaga, son también las que registraron más fallecimiento de hombres y mujeres, tanto en 1980 como en 2012, y las que menos decesos registraron, Almería y Huelva, coinciden también en ambos géneros tres décadas después.

Las mejoras sanitarias y la calidad de vida retrasan la muerte

La evolución de la esperanza de vida y las mejoras sanitarias y de calidad de vida experimentadas por la sociedad andaluza han hecho que se registren cambios en los grupos de edad con más defunciones. Así, si en 1980 el grupo en el que se produjeron más defunciones fue el de 75 a 79 años, con 8.330, en 2012 este indicador ha pasado al grupo de 85 y más años, con 23.088 defunciones.

Tanto ahora como hace treinta años, los grupos a partir de los 75 años concentran prácticamente la mitad del total de defunciones. Sin embargo, en 1980 este tramo suponía el 47% y en la actualidad implica el 68% del total.

Como es lógico, los grupos de 1 a 14 años son también en ambos periodos los que registran menor número de defunciones, aunque al inicio de la Autonomía suponían el 1,35% del total y ahora a penas representan el 0,22% de todos los fallecimientos de 2012. Igualmente, el grupo correspondiente a menores de 1 año ha pasado en términos absolutos de 1.522 en 1980 a 315 en 2012.

Se multiplica el fallecimiento de personas separadas

Comparar los fallecimientos totales de 1980 y 2011 según el estado civil permite también observar pautas que han evolucionado en la sociedad andaluza. Así, mientras que los fallecimientos de personas casadas siguen representando prácticamente el mismo porcentaje sobre el total en ambos ejercicios, 45,1% y 44,45%, respectivamente, crece exponencialmente el de personas separadas, un estado civil menos habitual hace tres décadas.

En concreto, las personas separadas que fallecieron en 1980 representaron el 0,026% del total, tan sólo 13, mientras que en 2011 suponen el 3,06%, hasta un total de 2.017 personas.

También crecen, pero menos, el peso de los fallecidos viudos, que pasa del 38,1% en 1980 al 40,26% en 2011. Y, por el contrario, decrece el peso de los decesos de solteros, que pasa del 16,69% del total de defunciones de 1980 al 12,2% en 2011.

Por nacionalidad, los primeros datos de defunciones segregados corresponden al año 1999, en el que fallecieron un total de 62.154 personas en Andalucía, de las cuales 61.120 eran españolas, y 1.034 extranjeros (el 1,66%). Si se compara con el año 2011, último disponible, se observa cómo han crecido también los decesos de extranjeros, más de un 73%, al pasar a suponer el 2,87% del total de las defunciones de ese ejercicio (65.702), en consonancia con el aumento de población de otros países en la comunidad autónoma.

Los tumores y las enfermedades respiratorias causan más muertes

Según la clasificación internacional de enfermedades (CIE10) que mide las causas de muerte, desde 1980 han aumentado en Andalucía los fallecimientos a causa de tumores y de enfermedades del aparato respiratorio.

La primera causa de muerte en Andalucía continúa siendo las enfermedades del aparato circulatorio, aunque se ha reducido su peso sobre el total de fallecidos del 45,5% en 1980 al 33,9% en 2011 (último dato disponible para la CIE10), lo que supone un retroceso de 11,6 puntos sobre el total de decesos.

La segunda causa de muerte en Andalucía era y siguen siendo los tumores, aunque su peso relativo sobre el total ha experimentado un importante avance, al pasar de representar el 19,2% de los fallecimientos en 1980 al 25,9% actualmente, 6,7 puntos más.

La tercera y cuarta causa de muerte siguen siendo también las mismas, las enfermedades del aparato respiratorio y del aparato digestivo, respectivamente. Sin embargo, mientras que las del aparato digestivo han reducido su peso del 6,7% al 5,6%, las enfermedades respiratorias han avanzado como causa de muerte del 9,6% al 10,6%, un punto más.

Como descensos curiosos destaca el de la muerte por enfermedades congénitas, que en 1980 suponía el 1,03% del total y actualmente sólo suponen el 0,28%, lo que denota también las mejoras en la asistencia sanitaria en el periodo prenatal. Frente a ello, experimentan un importante aumento el fallecimiento por enfermedades del sistema nervioso, que pasa de representar el 1,12% del total en 1980 al 4,9% en 2011.

Las causas de muerte con menor incidencia en Andalucía eran en 1980 las complicaciones del embarazo, parto y puerperio, con el 0,02% del total; las enfermedades de la piel y del tejido celular subcutáneo, con el 0,05%; y las enfermedades del sistema osteomuscular y del tejido, con el 0,17% sobre el total de decesos.

Actualmente, las causas con menor peso sobre la muerte son las enfermedades del ojo y sus anexos, con el 0,001% del total, que actualmente se miden de forma separada y hace treinta años estaban incluidas en otro punto de la clasificación; el embarazo, parto y puerperio, que significa ya el 0,006%, bastante menos que hace tres décadas; y las malformaciones congénitas, deformidades y anomalías cromosómicas, que representan el 0,28%.