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Facultativos del hospital Reina Sofía analizan el uso adecuado de los antibióticos para evitar la resistencia

En un curso que se desarrollará desde hoy hasta el próximo jueves los especialistas rechazan la automedicación y aconsejan limitar la prescripción de antibióticos a situaciones exclusivamente necesarias

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Unos setenta especialistas y médicos internos residentes del Hospital Universitario Reina Sofía asistirán al curso “Antibioterapia: características, indicaciones y uso eficiente de los antimicrobianos” que comienza hoy y tiene como cometido actualizar el uso adecuado de los antibióticos por parte de los distintos especialistas en el ámbito hospitalario.

El coordinador del encuentro y especialista en Enfermedades Infecciones del Reina Sofía, José María Kindelán, destaca que “resulta fundamental que los facultativos que prescriben antibióticos tengan profundo conocimiento de su correcto empleo” ante el desarrollo continuo de éstos y las complicaciones que producen su uso inadecuado.

Por su parte, el jefe de sección de Enfermedades Infecciosas del Reina Sofía y presidente de la Sociedad Andaluza de Enfermedades Infecciosas, Antonio Rivero, señaló que los antibióticos “bien utilizados producen un beneficio impresionante y sin precedente en la Medicina pero mal empleados tiene consecuencias perniciosas”.

Así, el seminario, que se prolonga hasta el próximo jueves, se centrará en el análisis de las situaciones más frecuentes que se producen en la práctica clínica en las que está indicada la prescripción de antibióticos para combatir las infecciones, las cantidades y los periodos en que se deben aplicar para mantener un control adecuado de la infección.

Rechazan la automedicación

a resistencia a estos fármacos, motivada por el abuso de los mismos por parte de los especialistas y la automedicación de la población general, es uno de los principales problemas derivados de este uso excesivo. Los ciudadanos “creen que su empleo está exento de efectos secundarios y asocian fiebre-infección-antibiótico-curación cuando se trata de un error que se paga con la resistencia”, explica el doctor Kindelán.

Los especialistas también insisten en que, en contra de lo que se cree, los antibióticos no acortan la curación del proceso gripal y debe ser el médico quien lo indique a cada paciente y no aconsejan comprarlo en la farmacia sin prescripción. El empleo masivo de esta medicación sitúa a España como el segundo país de Europa que más antibióticos (tipo de antimicrobianos más frecuentes) consume por habitante y, en Andalucía, el coste que se destina a antimicrobianos representa entre un 26 y un 35% del total del gasto farmacéutico.

El seminario, organizado por el Servicio Andaluz de Salud dentro del plan de formación del Plan de Vigilancia y Control de Infecciones Nosocomiales, tiene carácter itinerante por las diferentes provincias andaluzas y ya se ha impartido en Sevilla y Málaga con un alto grado de satisfacción. Una quincena de docentes, todos miembros de la Sociedad Andaluza de Enfermedades Infecciosas, participan en el desarrollo de estos encuentros.

Profilaxis quirúrgica

Se abordará en profundidad la profilaxis quirúrgica, pues su prescripción inadecuada figura entre las principales causas que se asocian a la resistencia a los antibióticos. La revisión del empleo de antifúngicos y el uso de antimicrobianos en situaciones especiales como pacientes con insuficiencia renal, fracaso hepático, anciano y embarazo son otros de los dieciséis temas que completan el programa del encuentro.

Los antibióticos, junto con analgésicos y antiinflamatorios, son los fármacos que más consume la población sin la prescripción facultativa y esta automedicación puede ocasionar importantes problemas de salud como reacciones adversas, intoxicaciones o interacciones con otras medicinas y es responsable de un volumen significativo de ingresos hospitalarios.

Finalmente, el fenómeno de la resistencia, en continua evolución, afecta a un número importante de antibióticos y se puede producir por mutaciones cromosómicas (cambios precisos en el propio genoma de la bacteria) o por transferencia de material genético (cuando las bacterias resistentes son capaces de transmitir los genes responsables de la resistencia a otras bacterias sensibles utilizando soportes genéticos).

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