Comunicación - Noticias del Reina Sofía - El Reina Sofía ha aplicado acido hialurónico a cerca de 500 pacientes con artrosis de rodilla
Medio millar de pacientes se ha beneficiado hasta el momento de un novedoso tratamiento que aplican los profesionales del servicio de Rehabilitación del Hospital Universitario Reina Sofía a enfermos con artrosis de rodilla, una técnica que consiste en infiltrar ácido hialurónico en la articulación que se encuentra deteriorado por el proceso de dicha enfermedad reumática.
Los efectos positivos para el paciente, que experimenta un incremento significativo de su calidad de vida, se notan una semana después de iniciar el tratamiento y pueden durar hasta un año. El nuevo tratamiento, que se aplica en pacientes mayores de 55 años, ha permitido que sólo el 10 por ciento de los 500 enfermos tratados precisaran cirugía.
Uno de los médicos rehabilitadotes del Reina Sofía Manuel Arias destacó que la aplicación de ácido hialurónico posibilita la reducción de la administración de analgésicos y antiinflatorios, además de “mejorar la elasticidad de las articulaciones y aumentar el perímetro de la marcha” y entre otras ventajas figuran la posibilidad de postergar y evitar la intervención quirúrgica para insertar una prótesis de rodilla (que se sitúa como última alternativa en los enfermos con artrosis de rodilla).
Asimismo, Arias indicó que el ácido hialurónico, que es una sustancia habitual en el entorno articular pero que se ha perdido en estos pacientes, actúa como lubricante en las articulaciones de la rodilla afectadas por artrosis, en las que “se ha acelerado el desgaste del cartílago y la capacidad de amortiguación se ha reducido”. Por ello, esta sustancia -por las propiedades lubricantes, analgésicas, amortiguadoras que posee y por su capacidad regeneradora del cartílago- aporta importante mejorías en la movilidad de las articulaciones afectadas por esta enfermedad muy invalidante y dolorosa para el paciente en fases avanzadas.
Procedimiento indoloro
Actualmente, el tratamiento consiste en inyectar el ácido dentro de la membrana sinovial de la articulación repartido en tres dosis a lo largo de tres semanas, a lo que se suman revisiones posteriores a los tres y seis meses. El doctor Arias explicó que se trata de un procedimiento indoloro que permite que esta sustancia viscosa se aloje en el interior de la articulación, sin pasar al torrente sanguíneo, con el fin de “nutrir al cartílago y mejorar las condiciones fisiológicas y bioquímicas de la articulación”.
El servicio de Rehabilitación del hospital cordobés lo aplica desde hace cuatro años en pacientes “en estadios avanzados de artrosis, con dolor de rodilla considerable, limitación para subir y bajar escaleras y con cartílagos susceptible de recuperación”. El doctor Arias recomendó seguir las indicaciones del médico rehabilitador y “hacer ejercicios en descarga, flexionar y extender la rodilla y no andar más de lo necesario”.
En estadios precoces de artrosis de rodilla es más recomendable otro tipo de arsenal terapéutico como el sulfato de glucosalina, condroitin sulfato y diacereina. Asimismo, el ácido hialurónico también se utiliza, aunque con menor frecuencia, en otras partes del organismo como el hombro, la cadera y el tobillo (en este último se ha comenzado a aplicar recientemente en el Reina Sofía). En esta misma línea, los analgésicos y los antiinflamatorios no esteroideos han constituido el tratamiento habitual de esta patología a cuyo tratamiento se han incorporado recientemente este ácido y las infiltraciones de corticoides.
La artrosis de rodilla es una enfermedad crónica que se caracteriza por el deterioro paulatino del cartílago de las articulaciones. Este deterioro conduce a la aparición de dolor con la actividad física, incapacidad variable para caminar y permanecer de pie, así como deformidad progresiva de la rodilla.
Es la patología reumática más frecuente que viene motivada, principalmente, por el envejecimiento de las estructuras que soportan el movimiento. La obesidad y la mala función muscular determinan un empeoramiento de dicha patología, que resulta muy invalidante para quiénes la padecen por el dolor que produce, especialmente cuando están mucho tiempo de pie o caminando, subiendo o bajando escaleras y al levantarse de la silla.
Fecha de creación de la página: 29-Jan-2007
Fecha de la última actualización: 02-Feb-2016
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