< La Unidad de diagnóstico de cáncer de mama del Reina Sofía incorpora dos nuevas técnicas para la detección de esta patología

El Reina Sofía fomenta la lactancia materna con nuevos espacios y el impulso de medidas educativas

Entre estas novedades se incluyen un lactario y una escuela de madres para informar a las progenitoras de los beneficios que tiene en los recién nacidos la alimentación natural

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El servicio de Pediatría del Hospital Materno Infantil, uno de los centros que se integran dentro del Hospital Universitario Reina Sofía, ha puesto en marcha nuevas medidas que persiguen el fomento de la alimentación natural durante los primeros meses de vida del niño y la difusión y concienciación de las ventajas que para la madre y el recién nacido se derivan de su consumo.

Para ello, el complejo hospitalario ha habilitado un nuevo espacio próximo a la Unidad de Neonatología denominado lactario, donde a las madres de los recién nacidos y prematuros ingresados que no pueden succionar de manera natural se les facilitan todos los recursos para que puedan realizar de la manera más cómoda la extracción de la leche materna.

Este espacio no sólo permite la extracción de la leche, sino que además dispone de equipos frigoríficos adecuados para su conservación en condiciones óptimas hasta que pueda ser consumida por los recién nacidos. En este sentido, la pediatra Juana Guzmán, responsable de este área, explicó que el nuevo lactario cuenta con bombas automáticas y manuales de extracción de leche, sistemas que permiten la esterilización de todo el material usado y envases adecuadamente etiquetados con fecha de extracción y nombre del recién nacido receptor.

El lactario, que está situado en la segunda planta del Materno Infantil y cuyas obras están a punto de concluir, tiene capacidad para acoger a seis madres a la vez en una superficie amplia que ofrece comodidad a la progenitora y donde se vela por su intimidad.

Papel educador
Por su parte, el personal auxiliar de enfermería de la Unidad Neonatal realiza una labor continua de enseñanza y estímulo encaminada a favorecer y mantener la lactancia materna durante el tiempo que los niños permanecen ingresados sin que la madre pueda ofrecer la leche directamente de su pecho.

Así, a partir de septiembre arrancará una escuela de madres con clases que se impartirán una vez por semana y consistirá en orientar a éstas sobre el manejo y los primeros cuidados que requiere el recién nacido, informarle de la importancia de la lactancia materna, solventar los problemas de las mujeres que se plantean dejar el pecho y, en definitiva, será un lugar de encuentro en el que poder despejar todas las dudas relacionadas con la alimentación y cuidado del bebé. El papel educador de esta escuela será compartido por pediatras y personal de enfermería de Pediatría.

Todas estas medidas servirán para que las mujeres eviten prácticas que interfieran en el inicio o continuidad de la alimentación natural y adquieran habilidades para responder a las necesidades y problemas que originan su abandono, puesto que la falta de información, los nuevos estilos de vida y el desarrollo de los alimentos infantiles artificiales están originando la dejadez de esta práctica natural.

Los pediatras y la Organización Mundial de la Salud recomiendan la lactancia natural durante al menos los seis primeros meses de vida, ya que ésta no sólo beneficia al recién nacido sino también a la madre porque favorece la recuperación tras el parto y reduce el riesgo de enfermedades como el cáncer de mama.

 

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